El que fue durante décadas el teatro de Vigo, el histórico García Barbón, celebrará este viernes, 22 de mazo, su 40 aniversario desde su reinauguración en 1984. Hoy, el edificio languidece con un presupuesto reducido y una actividad menguante.
“La Caja de Ahorros ha adquirido el Teatro García Barbón para destinarlo a un gran palacio de la cultura”, señalaba la prensa en 1973, para subrayar que entonces se rumoreaba que el coste había rondado los 125 millones de pesetas. En realidad, el edificio se remonta a 1913, cuando se inició la construcción del actual inmueble tras un devastador incendio en el Teatro Rosalía de Castro, adquirido por José García Barbón y convertido en epicentro cultural de Vigo. Consumido por las llamas un año después de la muerte del mecenas de Vigo, serían sus herederos los que encargaron a Antonio Palacios que hiciera su magia como magistral arquitecto. Nacía lo que conocemos ahora como Teatro García Barbón. Más tarde, ya en 1973, la Caja de Ahorros se hizo con el histórico teatro y casino, cuyas obras de mejora y rehabilitación comenzaron en 1982 y finalizaron en 1984.
Desde entonces, de la mano de la caja de ahorros viguesa esta joya arquitectónica se convirtió en epicentro cultural. Por su escenario pasaron artistas como Montserrat Caballé, Paco de Lucía, Nuria Espert, Dulce Pontes, Maya Plisetskaya, Ainhoa Arteta, Antonio Gades, Rudolf Nureyev -considerado el mejor bailarín del mundo-, Julio Bocca, Serrat, Yehudi Menuhub, la Orquesta Sinfónica BBC de Londres, el Ballet Nacional de Cuba o Maya Plisétskaya, icono de la danza clásica.
Hoy, sin embargo, la oferta cultural no deja de menguar y se ha visto reducida por causas que de la falta de presupuesto suficiente a una mayor competencia de otros "contenedores" culturales. Con el edificio sucede como con gran parte del patrimonio de Abanca, léase el Teatro Fraga, que el banco recibió a precio de saldo tras adquirir las cenizas de las cajas de ahorros y que mantiene a medio gas, muy lejos del enorme presupuesto que se destinaba cuando no había que recoger beneficios cada año.
Desde Afundación, que insisten en rebautizarlo como Teatro Afundación, aunque en el imaginario común siga siendo el Teatro García Barbón, defienden que se mantiene una programación de contenidos "alineados con sus objetivos de difusión cultural, educativa, social y ambiental". Desde 1984, cerca de 250.000 personas han asistido anualmente a las actividades y representaciones que ha acogido, un total de 10 millones de personas en 40 años, según los datos de la obra social de Abanca. Las exposiciones que se celebran cuentan con unos 20.000 asistentes cada año.
La rehabilitación encargada a Desiderio Pernas, se tradujo además en ganar una sala de exposiciones y una gran biblioteca, situada en la última planta con impresionantes vistas. "En parte de lo que fue un casino hoy puede verse, por ejemplo, la exposición Comedy Wildlife", explican desde Afundación, que recuerdan que el espacio expositivo del edificio fue pionero acogiendo a grandes nombres de la pintura gallega como Rafael Alonso, Laxeiro, Antonio Quessada, Colmeiro, Antón Pulido, Lugrís o Rafael Úbeda, entre otros muchos. También de figuras nacionales e internacionales como Miró, Sorolla, pintores de los reinados de Felipe IV y Carlos II, Juan Gris o Sebastião Salgado. Además, la sala de exposiciones del Teatro Afundación ha mostrado obras de museos de referencia como el Reina Sofía, el Prado, el Museo Nacional de Escultura o el Hermitage de San Petersburgo.
El proyecto de restauración de Pernas, cuyas obras se ejecutaron entre 1982 y 1984, diseña un conjunto en el que se integran nuevas dependencias con las que ya disponía el espacio, respetando siempre su estructura original. El teatro destaca por su modelo italiano de ópera del siglo XIX con un punto de vista frontal del escenario y planta en forma de herradura, foso de orquesta y tres anfiteatros con espacio para 1.000 espectadores.