Moaña, O Porriño, Ponteareas, Arbo y también Tomiño. Los concellos del área metropolitana de Vigo afrontan el desafío de ir eliminando el tráfico rodado de sus carreteras. Una de las medidas principales es la creación de aparcamientos disuasorios. El concello baixomiñoto anunció en las últimas horas sobre la existencia de una nueva zona de estacionamiento ubicada al sur de la parroquia de O Seixo, junto a la senda peatonal que comunica la Avenida Baixo Miño con el colegio Pedro Caselles Beltrán.
Este nuevo aparcamiento en Tomiño, con una superficie de 700 metros cuadrados, son ya los siete estacionamientos gratuitos creados por el gobierno local, cuyas plazas vienen a sumarse a las plazas de las zonas azul y blanca. Todos estos aparcamientos fueron ubicados en lugares estratégicos alrededor del núcleo urbano, de forma que las vecinas y vecinos del concello de la comarca de O Baixo Miño puedan disponer de lugar suficiente para aparcar sin problemas.
"Tenemos unas 150 plazas de aparcamiento en zona azul, y subimos hasta las 750 en zonas blancas, más los siete aparcamientos disuasorios, con un total de 900 plazas de aparcamiento público y gratuito", destaca el concelleiro de Obras e Acción Rural, Alexandre Pérez Souto.
La era de los aparcamientos disuasorios
La creación de este tipo de aparcamientos disuasorios facilita el día a día de las vecinas y vecinos de estos municipios. Este contexto se contrasta con lo que sucede en Vigo, donde cada vez es más complicado estacionar el vehículo en un parking público y totalmente gratuito, sobre todo para aquellas personas que se encuentran en el casco urbano vigués. No obstante, la Xunta de Galicia optó por la creación de áreas de estacionamiento en la Avenida de Galicia, en Teis, en el entorno de la senda verde, aprovechando la humanización realizada en esta calle, pero la distancia entre este acceso a la urbe gallega y el centro de la ciudad olívica es alta para completarla andando o en otros medios de transporte más ecológicos como es el caso de la bicicleta en un Vigo que sigue sin ofrecer un servicio público de alquiler de bicis o patinetes eléctricos como sí sucede en otras urbes del país como puede ser A Coruña, Madrid o Gijón.