Más de 1.000 vigueses gestionan en su casa el reciclaje de residuos orgánicos para generar abono natural

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Desde la puesta en marcha, en el pasado mes de octubre, de calderos individuales para los residuos orgánicos destinados a viviendas unifamiliares, el Concello de Vigo y FCC han entregado 1.000 unidades de estos colectores ideados para el tratamiento en casa de biorresiduos. Hasta la fecha, fueron atendidas el 98% de las solicitudes recibidas.

Además de la entrega de los colectores y su instalación en un espacio adecuado dentro del terreno anexo a los domicilios, personal especializado facilitó asesoramiento a los usuarios sobre su correcto funcionamiento. En cada visita de instalación, la dotación se completó con la entrega de un manual sobre la adecuada gestión del reciclaje de residuos orgánicos in situ y de un kit de compostaje integrado por un aireador de acero galvanizado -útil para airear la materia orgánica de su recipiente- y una malla antirroedores.

En una segunda fase, tres meses después de la instalación, se pusieron en marcha visitas de seguimiento y control, en las que los técnicos revisan el proceso de reciclaje en personas con el objetivo de facilitar asesoramiento al usuario, resolver posibles dudas y supervisar que el manejo del material cedido sea el adecuado, así como entregar el kit de compostaje si no fue entregado anteriormente. Hasta el momento, se han realizado cerca de 400 visitas y se siguen concertando nuevas citas.

Fomento del tratamiento domiciliario de biorresiduos

El Concello de Vigo y FCC tienen a disposición de la ciudadanía el teléfono 900 859 660 en el que se puede solicitar tanto el caldero como el asesoramiento para crear abonos naturales. Para el correcto empleo de los calderos, es importante que los restos sean materia orgánica bien separada, es decir, que no lleven ni plásticos, ni papeles pintados, ni pilas eléctricas, ni otras sustancias que pudieran contaminar el fertilizante a producir.

Entre los elementos que se pueden aprovechar, destacan restos de comida, posos del café, excrementos de animales -gallinas, conejos-, restos de podas de árboles y arbustos -mejor triturados-, flores, hierba y restos de plantas, hojas, restos de huerto y fruta, algas, pelo -no teñido-, ceniza de maderas naturales, conchas -mejor trituradas- o restos de barrer.

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