PortAmérica cierra una cuenta pendiente con sus seguidores más fieles. El festival, cuya filosofía es tender un puente con Latinoamérica, al final ha podido contar con Andrés Calamaro. El autor de "La flaca" o "Alta suciedad" era el más esperado de la tercera y última jornada del evento que organiza EsmerArte, la más multitudinaria de esta edición.
El encuentro con el artista argentino era una de las grandes obsesiones de PortAmérica tras la cancelación en 2014 por culpa de una tormenta eléctrica. Un lustro después, los caminos del festival y Calamaro coincidieron, el cantautor hizo un repaso por los principales temas de su repertorio. Arrancó con "Alta suciedad" y regaló al público asistente himnos como "Estadio Azteca" o "Paloma", dejando como traca final "La flaca", uno de los más demandados por los festivaleros que disfrutaban ya de las últimas horas de PortAmérica 2019.
Calamaro, que también recitó poesía e hizo algún guiño a Galicia calificándola como "la última Bretaña", se extendió más de los 90 minutos programados para su concierto. Fue un recital con un ritmo pausado, con el argentino actuando durante la mayor parte del espectáculo tocando sentado el piano. La decepción de unos convivió con la devoción de otros en una actuación que no dejó indiferente a nadie.
Otros nombres propios del desenlace de PortAmérica 2019 fueron Mon Laferte. La chilena levantó al público con sus bailongas melodías y vibrantes ritmos latinos, cargados con la singularidad que la caracteriza. "Amárrame", "Mi buen amor" o la divertida "No te fumes mi mariguana" convirtieron la Carballeira de Caldas de Reis es una gran pista de baile donde no faltaron los brazos tocando el cielo.
Sidecars también dejó su impronta. La banda madrileña llevó el rock nacional al escenario principal con temas muy coreados como "Amasijo de huesos" o "Fan de ti", que contaron con el guiño del público, que no paró de inmortalizar las vivencias de un espectáculo que teloneaba el atardecer en la Carballeira.
Depedro volvió a ser una agradable sorpresa. Pese a que ya estaba bien entrada la madrugada, el artista madrileño conquistó a los festivaleros con "Nubes de papel", "Como el viento" y culminó su recital con su versión de "La llorona". Era tarde, pero había ganas de prolongar la fiesta, de seguir sumando experiencias para recordar que tendrán que esperar al verano de 2020.
El placer de comer en PortAmérica
PortAmérica también es gastronomía. La reubicación del escenario se podría decir que fue un éxito. Más amplitud para garantizar la comodidad de unos festivaleros que repusieron fuerzas con un menú en el que más de 30 chefs de alta cocina volvieron a convertir al ShowRocking en uno de los grandes protagonistas del evento de EsmerArte.
La música tampoco faltó en el escenario del ShowRocking. Pepe Solla cambió los fogones por los instrumentos para demostrar que él simboliza ese binomio que posee PortAmérica, música y gastronomía. Las tapas volvieron a ser muy demandadas, tanto que algunas propuestas agotaron sus existencias durante a las pocas horas de la apertura.