El proyecto gallego BIMA, que actualmente se acelera en el programa de acompañamiento a emprendedores de Sherpa Journeys de Sherpa do Mar, consiste en cruzar bases de datos relacionadas con el sector marino y convertirlas en información cartográfica gracias a los Sistemas de Información Geográfica (GIS). Se trata, en suma, de un innovador catastro digital del mar.
A través de diversos filtros, esta novedosa herramienta permite dibujar un mapa marino para un uso específico. “Somos recaudadores de información, sobre todo pública, el Google Maps del mar”, resume Iván García (A Coruña, 1993), ingeniero náutico. Junto al biólogo marino Hugo Regalado (Badajoz, 1995) son los creadores de esta start-up que ofrece soluciones tecnológicas personalizadas y facilita el análisis y la toma de decisiones.
BIMA nace de la “necesidad de digitalizar y explotar la información de una forma efectiva ayudando a la sostenibilidad medioambiental, social y económica” y está enfocada a la pesca, las operaciones portuarias, el transporte marítimo o la energía.
La gestión del patrimonio o la cartografía de zonas militares son otros de los usos que arrojan datos novedosos. “Hemos enganchado un momento en el que se empieza a plantear una mejor gestión” del territorio marino, y esto abarca desde los residuos a los límites geográficos. Una perspectiva que les ha proporcionado más de una sorpresa: “Hay cosas interesantes, como los residuos histórico-militares, se ven incluso bombas de la II Guerra Mundial; hay mucho patrimonio desconocido”, concluyen.
Este programa pionero, que condensa una ingente cantidad de datos en un solo panel, es un “central data” que permite desde encontrar la mejor posición para situar un eólico o una batea a dibujar un patrón histórico de rutas de pesca (una herramienta para la optimización de capturas y el ahorro de combustible). “Ponemos unos condicionantes y vas filtrando hasta llegar a la zona idónea, y todo de forma visual”, explican.