Ni la prometida avalancha de turistas de Portugal ni las fuertes lluvias. Ambas cosas se esperaban para este domingo, primero de diciembre, y ninguna sucedió. La alerta de Meteogalicia y Aemet, que preveía fuertes lluvias en las Rías Baixas, desactivó a buena parte de los visitantes de la Navidad de Vigo y, aunque finalmente se pudo disfrutar de una tarde noche -al menos hasta las 20:30 horas- sin precipitaciones, muchos optaron por quedarse en casa.
El 1 de diciembre es, desde hace varios años, una jornada muy compleja para la ciudad. Es habitual que la ciudad colapse por completo ante la masiva afluencia de turistas procedentes del norte de Portugal. Este año coincidía además con el primer domingo de apertura del comercio para la campaña navideña, y aún con los últimos coletazos del Black Friday. Sin embargo, esta vez la afluencia turística fue mucho más moderada.
Desde luego que este domingo hubo visitantes en la ciudad olívica. Miles, de hecho, que aprovecharon para pasear, hacer compras, sacarse el obligatorio selfi y visitar alguno de los atractivos que ofrece la Navidad en estas fechas en Vigo. Pero ni mucho menos fue uno de los días de mayor afluencia. Los parkings, a modo de ejemplo, estuvieron muy lejos de llenarse. Y este es el primer indicador en señalar que la esperada "avalancha" este año no fue tal, posiblemente debido a la alerta meteorológica.
El tráfico de la ciudad tampoco se resintió y aunque se activó el plan especial, con cortes y peatonalizaciones en el centro, no se vieron los momentos de caos de otros años. De hecho, la poca circulación existente fue especialmente fluida. Ahora, la Navidad de Vigo se enfrenta a su siguiente gran reto: el puente de diciembre. A la espera de una previsión meteorológica más fiable, todo indica que el domingo 8 de diciembre podría ser una de las jornadas clave de este año en cuanto a visitantes se refiere.