O Rosal se convirtió en un escenario de cine vivo. El auditorio municipal vibró en el estreno de 'O Muíño', un cortometraje de 28 minutos rodado en el municipio, que sumergió al público en el rural gallego de los años 70 y contó con la participación activa de más de setenta vecinos y vecinas.
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Un estreno cargado de emoción, orgullo y participación, ya que contó con la presencia del director, de parte del elenco y de gran parte de los 70 vecinos y vecinas que se convirtieron en extras por un día para el rodaje del film.
La alcaldesa, Ánxela Fernández Callís, destacó que "el estreno de 'O Muíño' fue mucho más que la proyección de un film, fue celebrar nuestra cultura, la implicación del vecindario y la capacidad de O Rosal de acoger proyectos que ponen en valor nuestra historia e identidad". Añadió que "la participación activa de las personas del municipio convirtió el cortometraje en un proyecto colectivo que une generaciones y deja una huella en la memoria de todos".
"O Muíño"
La historia, dirigida por Alejandro Pacheco y escrita por Luis Domínguez y Juan Cacharrón, gira entorno a María (Arantxa Costas), una mujer que lucha por defender las tierras heredadas de su familia frente a la presión de un terrateniente. El molino se convirtió en un símbolo de resistencia y de legado generacional. Y el propio municipio se transformó en un personaje más de la cinta gracias a la autenticidad de los espacios y a la implicación del vecindario.
El rodaje, realizado durante el mes de abril, transformó calles, plazas e incluso la iglesia de Santa Mariña en un auténtico plató cinematográfico, con la participación de vecinos y vecinas, y también con la cesión de espacios privados para hacer realidad la historia. El resultado fue un film intimista que aborda temas universales como la memoria, la dignidad, la transmisión del legado y la fuerza de las mujeres que sostienen el rural.
El estreno, acompañado de aplausos, emoción y reconocimiento del vecindario, consolidó el proyecto como un referente local de cine comunitario, demostrando que "O Rosal no solo puede acoger historias, sino que también las protagoniza".