Ya es oficial. España no aplicará controles en las fronteras entre los desplazamientos por carretera desde Portugal. Tras la confusión de las últimas 24 horas, el Gobierno ha confirmado finalmente que no habrá nuevos controles o medidas entre ambos países.
Según confirmó la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno de España, María Jesús Montero, “el desplazamiento por tierra con Portugal va a volver a donde estaba, no se va a requerir ningún protocolo o prueba adicional a lo que ya se venía plantando”, ha asegurado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
“Es como si se hubiera mimetizado en el documento lo que se estaba produciendo en otros espacios cuando ya previamente eso no existía”, explicó la ministra portavoz para “pedir disculpas si ha podido generar alguna confusión”.
María Jesús Montero ha asegurado que Sanidad revisará este miércoles la resolución de la Dirección General de Salud Pública relativa a los controles sanitarios a realizar en los puntos de entrada de España para modificar esta obligación que requería disponer de un certificado a los viajeros que cruzaran la frontera entre España y Portugal por vía terrestre. “El propio Ministerio ha dicho que se va a revisar y entiendo que mañana se va a revisar la totalidad del documento y también estará incorporada esa modificación”, aseveró.
El diario portugués Público ya recogió esta mañana las palabras del ministro de Asuntos Exteriores, Augusto Santos Silva, en el que explicaba que el Gobierno español "reculó" y no recuperará los controles en la frontera, una medida que causó una importante indignación en Portugal, que amenazó con aplicar "medidas recíprocas".
El debate sobre la regulación de la frontera entre España y Portugal se zanjó hace casi un mes. Tras finalizar el “estado de emergencia” en Portugal, el pasado 9 de mayo, el Consulado General de España en Lisboa señalaba que la movilidad por ocio al país vecino estaba totalmente permitida siempre que se produjera a través de la frontera terrestre. Las dudas surgieron ante el decreto portugués que establecía que solo se permitían los viajes esenciales para aquellos países con una incidencia acumulada a 14 días igual o superar a 150 casos, un indicador que por aquel entonces afectaba a España. Tras las dudas iniciales, la normalidad se instaló en el territorio transfronterizo de Galicia y Portugal en el último mes.