El Pleno Municipal de Vigo aprobó inicialmente este miércoles los presupuestos del Concello para 2022, con los únicos votos a favor del PSdeG-PSOE y la oposición de PP, Marea de Vigo y BNG.
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, volvió a defender que “son unos grandes presupuestos con deuda cero, con congelación de impuestos y tasas” y afirmó que “el discurso de ciudad es el del Gobierno” mientras que “la oposición no tiene ni un solo argumento para votar en contra, lo hacen por razones políticas”. Para Caballero, “es obvio que esta ciudad va bien y está progresando, animando la economía y transformando la ciudad en todos los aspectos”.
El concelleiro de Facenda, Jaime Aneiros, defendió el presupuesto que estará “en vigor” el 1 de enero del próximo año y recoge 285,5 millones “para garantizar los servicios públicos de calidad” del Concello, que -dijo- “impulsa el empleo, el comercio, el deporte, la cultura, la seguridad y la protección en nuestro ecosistema”. Aneiros defendió el carácter “expansivo” del documento, con inversiones que superan los 40 millones de euros, atendiendo “a todo Vigo” sin recurrir al endeudamiento. Esto se añade a los “más de cien millones de euros y ochenta proyectos en obras” en este momento. “Estamos movilizando recursos públicos como nunca se hizo en la historia, todo para que Vigo salga fortalecido y se ponga al frente de la recuperación económica”, valoró el responsable de las cuentas.
El concelleiro también destacó los más de 4,5 millones para empleo recogidos en el presupuesto y las partidas para acciones como la Navidad, El Marisquiño, el Vigoseafest o las conexiones aéreas en Peinador, aunque hizo especial hincapié en la Política Social. Aneiros aseguró que la cifra de Benestar e Igualdade supera los 22 millones.
Marea de Vigo y el Partido Popular presentaron sendas enmiendas a la totalidad que fueron rechazadas por el Pleno tras la negativa del grupo socialista, así como las 83 enmiendas propuestas por el concelleiro del BNG, Xabier Pérez Igrexas.
En su intervención, Pérez Igrexas aseguró que el proyecto presupuestario se elaboró “sen diálogo e sen participación de ninguén” y se resume en un “máis do mesmo”, ante lo que presentó 83 propuestas “en positivo, con afán construtivo” que sin embargo se encontraron con el muro de la mayoría absoluta socialista, que las rechazó en su totalidad. Igrexas pidió específicamente un incremento hasta los tres millones en el plan de empleo, elevar en 1,5 millones las ayudas de vivienda, alimentación y energía, y construir tres nuevas escuelas infantiles y cuatro bibliotecas municipales.
El portavoz de Marea de Vigo, Rubén Pérez Correa, afeó un documento elaborado “pensando no retorno electoral”. Denunció la amortización de treinta y seis plazas en la plantilla municipal y un gasto social de 64 euros por habitante, un euro inferior al del año actual. Pérez Correa demandó del Gobierno vigués ““políticas de vivenda ou de cobertura social” o atender a las demandas del sector cultural “para habilitar liñas de axudas e recuperar servizos como VigoSónico”.
Alfonso Marnotes, por el Partido Popular, aseguró que “los presupuestos son papel mojado, nacen muertos, nacen para no ser ejecutados”. Manifestó que no se ejecutan las partidas y demandó acometer las inversiones y ayudas proyectadas e incrementar la política social hasta los cien euros por habitante. El edil popular indicó que existe un “desequilibrio” entre los ingresos que se recaudan y los gastos que se trasladan a la ciudad y valoró el proyecto presupuestario cómo uno “corta pega de un año para otro”.