Polémica en Vigo por la instalación de una nueva gasolinera low cost

La instalación de una nueva gasolinera low cost en la Baixada ao Pontillón, en pleno centro de Vigo, ha desatado la polémica entre vecinos y representantes políticos. El BNG ha solicitado la suspensión inmediata de la licencia concedida a la empresa Plenoil para este proyecto, argumentando su impacto negativo en una zona rodeada de viviendas y cercana a áreas protegidas, como el parque de Castrelos y el río Lagares.

Ya son 13 low cost en Vigo

Xabier P. Igrexas, portavoz municipal del BNG, calificó de "aberrante" que se sigan autorizando este tipo de instalaciones, especialmente tras las protestas de los vecinos en situaciones similares, como ocurrió en Esturáns, donde una gasolinera fue colocada a solo cuatro metros de las viviendas, o en la calle Alexandre Bóveda. Según Igrexas, Vigo ya cuenta con 13 gasolineras low cost abiertas en los últimos años, lo que ha generado un creciente malestar en la ciudad.

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El portavoz del BNG criticó duramente al gobierno local, acusando al alcalde Abel Caballero de permitir que las grandes empresas del sector actúen sin restricciones. En este sentido, pidió la creación de una ordenanza municipal que prohíba la instalación de gasolineras a menos de 250 metros de viviendas, centros de salud, colegios, residencias de mayores y áreas protegidas ambientalmente o con valor patrimonial. Iglesias destacó que medidas similares ya se están aplicando en otros municipios del país.

El representante del BNG subrayó que los concellos tienen competencias para imponer distancias mínimas entre las gasolineras y las zonas habitadas, según informes de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia. "La decisión de actuar está en manos del gobierno local", afirmó.

Igrexas también alertó sobre los riesgos que estas instalaciones suponen para la salud pública y el medio ambiente, señalando el aumento del tráfico y la emisión de sustancias tóxicas como el benceno, tal y como advierte la Organización Mundial de la Salud. Finalmente, criticó la pasividad del Concello de Vigo y la Xunta de Galiza en este asunto, calificando su falta de acción como "escandalosa".