Las inversiones en mejoras en el Camino Portugués a Santiago de Compostela han permitido la rehabilitación integral de uno de los pequeños puentes de origen medieval más antiguos de Galicia: Ponte das Febres, el puente sobre el río San Simón, en la parroquia de Ribadelouro (Tui). Datado en el siglo XII, el Ponte das Febres está asociado a la figura de San Telmo, el patrono de Tui. A lo largo de sus más de mil años de historia el puente sirvió de paso a carros, animales y caminantes. En los últimos años, debido a su deterioro y riesgo de derrumbe, una pasarela de madera provisional servía de paso sobre el puente.
La rehabilitación del Ponte das Febres ha sido impulsada por el área de Obras e Mantenemento de la Axencia de Turismo de Galicia y ha sido realizada por la constructora gallega Civis Global. El Ponte das Febres aún conserva sus orígenes medievales en el arco de medio punto, así como en numerosas marcas de cantería de la época (marcas religiosas, marcas de obra propias de los canteros medievales). El puente también conserva roderas muy marcadas en la parte central de hasta 20 centímetros de profundidad y 15 centímetros de ancho, que han sido restauradas y conservadas por tratarse de la huella impresa en la piedra debido al paso de carros durante el medievo.
El trabajo de rehabilitación incluyó una excavación que permitió descubrir la totalidad de la planta del puente. Se realizó la restauración de la parte oeste del puente mediante chapacuñas y pavimento con grandes piezas irregulares. También se recuperó el desagüe que sirve de aliviadero de un pequeño afluente del río Louro, que lleva bastante agua en épocas de crecida. La operación instaló una canaleta con piezas de granito de 11 metros de longitud (utilizando la misma piedra de la zona) para canalizar las aguas que bajan por el camino de acceso y se restauró una poldra que cruza el río y que servía de paso en las temporadas de crecida.
La rehabilitación ejecutó un movimiento de tierras en el que quedó a la vista todo el paramento sur del puente, lo que permitió descubrir una escalera de piedra también de origen medieval, que se utilizaba de embarcadero cuando el nivel del agua permitía la navegabilidad del río. Toda la reforma ha seguido los criterios establecidos de protección patrimonial para recuperar el aspecto original del Ponte das Febres, un importante elemento etnográfico del Camino Portugués de Santiago.
El Ponte das Febres recibe su nombre de la leyenda que lo cita como el lugar en el que San Telmo hubo de regresar a Tui, aquejado de fiebres. Junto al puente se emplaza también la escultura de la Cruz de San Telmo, en recuerdo del suceso.