Una treintena de personas retiraron este fin de semana cerca de 50 kilos de basura en Nigrán. Los voluntarios, que participaron en una actividad organizada por el Concello dentro de la décima jornada de limpieza de playas de Galicia que capitanea la asociación ecologista Adega, actuaron en las calas que rodean Lourido.
Dividas en grupos de 10 personas o de personas convivientes, debido a los protocolos sanitarios ante el coronavirus, eliminaron de la naturaleza partes de botellas de plástico, aparatos de pesca, latas de refresco y, especialmente, plásticos. “La mayoría eran plásticos tan pequeños y deteriorados que no se reconocía su origen”, explican.
Esta fue la primera ocasión en la que se intervino en estas calas accesibles con marea baja y en las que, precisamente, la limpieza mecánica es imposible.
Con todo, el Concello explica que “las limpiezas de playas son actos simbólicos, en los que no se debe ver al voluntariado como mano de obra barata para dejar limpios los arenales”. Estas actividades de concienciación y educación ambiental permiten que la ciudadanía conozca la problemática de los residuos marinos, su origen y los impactos que causan, así como evaluar cuáles son las medidas que cada uno de nosotros puede desarrollar para minimizar este problema.
Tapones, bolsas, trozos de redes o de cuerdas, son ejemplos de restos de origen plástico que además de su impacto visual suponen un peligro para la fauna y la flora marina e incluso representarían, por su transferencia trófica, un riesgo para los seres humanos.