El juicio previsto para este 31 de mayo al que tenía que enfrentarse el presidente provincial del PP y de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, se ha suspendido por la huelga de funcionarios de la Administración de Justicia, según han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
Por el momento, según estas mismas fuentes, no se ha señalado ninguna otra nueva fecha para un juicio que se fijó para este día después de que Baltar no mostrase conformidad con la pena solicitada para él tras ser capturado por un radar a 215 km/h en la autovía A-52 el pasado 23 de abril.
El juicio estaba fijado para primera hora de este miércoles en el Juzgado de lo Penal de Zamora. Tras un primer aplazamiento por incomparecencia de su abogado, hubo una primera vista en Puebla de Sanabria, el 11 de mayo, pero no hubo sentencia de conformidad ante el rechazo de Baltar a asumir la pena que pedía Fiscalía: la retirada del carné durante un año; y una condena de seis meses de multa a razón de 10 euros diarios, 1.800 euros.
Así las cosas, aunque el dirigente ourensano pudo evitar una condena antes de la cita con las urnas del pasado domingo 28 de mayo, no logró el objetivo político de consolidar la mayoría absoluta en la Diputación de Ourense (a falta de una, dado que los populares han logrado la mayoría en la institución con 12 diputados).
Esta situación lo deja en una situación de mayor debilidad política, en un momento clave, dado que el gobierno provincial no está 'atado' al cien por cien. Es decir, Baltar podría gobernar en minoría, pero al no tener la mayoría absoluta, nada está garantizado.
También es cierto que todos los pactos tienen difícil encaje. Por ejemplo, reeditar la alianza con Gonzalo Pérez Jácome (Democracia Ourensana) le ataría la absoluta, pero en campaña, aunque previamente dejó la puerta abierta, en discrepancia con la postura del candidato en la capital, Manuel Cabezas, negó que fuera a recurrir a esta vía.
Polémica incrementada en la campaña
Además, en lo que respecta a su propia situación, durante la campaña electoral se hizo público que el vehículo oficial que conducía cuando fue interceptado en Asturianos a 215 km/h, había sido detectado por otro radar poco tiempo antes en esa misma jornada, a la altura de la localidad ourensana de Allariz.
Y otras cuestiones que han recrudecido la polémica en torno a Baltar: una cadena de radio nacional difundió tres nuevas multas de un vehículo oficial de la institución y que la mujer y la hija, respectivamente, del ex jefe del parque móvil habrían sido identificadas como las conductoras en dos de los casos. La Diputación salió al paso con un comunicado en el que trasladaba que el antiguo responsable de la flota oficial de vehículos, ahora jubilado, había asumido su "mala praxis".
Además, 'Público' reveló unos audios en los que un hombre, que según el diario es el hermano de Baltar, aludiría a supuestos pagos de comisiones por parte de empresas a cambio de la adjudicación de contratos por parte de la institución provincial.
Apoyo en público de las cúpulas
Pese a la polémica, tanto la dirección estatal del PP, con Alberto Núñez Feijóo al frente, como la autonómica, con Alfonso Rueda a la cabeza, han mantenido su respaldo en público al dirigente ourensano.
Rueda no escatimó su presencia en la provincia durante la campaña, y las últimas declaraciones en 'on' de un miembro de Génova llegaron de la mano del coordinador nacional, Elías Bendodo, quien en otra reciente visita a Galicia defendió que los políticos "son un reflejo de la sociedad" y no "de otro planeta".
La postura oficial se limita a poner el foco en el fallo judicial. Es ahí donde Rueda siempre ha incidido en que Baltar tendrá que "asumir las consecuencias", lo que refuerza la idea de que la resolución del exceso de velocidad será clave también para el futuro político del ourensano.
¿Salida negociada?
Sin embargo, varias fuentes del partido en Ourense consultadas por Europa Press han reflejado el malestar por la situación de su jefe de filas, que vinculan con unos resultados no tan buenos como los esperados, y creen que es el momento de que "se vaya".
Más allá, dan por hecho que la dirección estatal del PP, a las puertas de las elecciones generales del 23 de julio, "no se podrá permitir" sostener a Baltar al frente de la Diputación, e incluso especulan con que buscar "una salida negociada", con ofertas de otros puestos, e incluso una salida a Europa, puede ser una vía en la que "ya se esté trabajando", pese a la postura pública de la dirección.
Militantes ourensanos inciden también en la posibilidad de que PSOE y BNG pudiesen acabar accediendo a un pacto que pasase por investir a Cabezas, aún siendo Jácome el más votado, a cambio de que Baltar no fuese el candidato popular a ser presidente de la Diputación.