Era una de las imágenes más morbosos del partido de España en Balaídos. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, y el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, se reencontraron en el palco del estadio municipal vigués tras dos semanas de declaraciones cruzadas y reproches. Pese a estar sentados uno junto al otro, no se percibió ningún tipo de acercamiento. La tensión fue predominante en un espacio donde también se sentó junto al máximo mandatario municipal el conselleiro Diego Calvo, que en una carta remitida al Concello aludió a la "ausencia de influencia del gobierno municipal" como una de las causas de que Vigo se quedara fuera de la carrera por el Mundial 2030. "No tengo nada que hablar con Louzán en privado, no me fio", afirmaba el regidor de la urbe gallega en los aledaños de Balaídos el pasado martes.
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Este episodio de enfrentamiento entre Caballero y Louzán sumó este miércoles un nuevo capítulo. El alcalde de Vigo retomó sus críticas y reproches contra el presidente de la RFEF, al que acusa de "estar detrás" del cambio en el listado que supuso que Balaídos se quedara sin ser sede del Mundial 2030. Pero el regidor de la urbe gallega incluso fue más allá. Volvió a cargar contra el conselleiro Diego Calvo e hizo extensible sus críticas contra la presidenta del PP vigués, Luisa Sánchez. A ambos los acusa de defender a Rafael Louzán e ir en contra de la candidatura de Vigo como sede del Mundial 2030, unas afirmaciones que se encontraron muy pronto con la réplica de la vicepresidenta de la Diputación de Pontevedra y concelleira del PP de Vigo.
Luisa Sánchez quiso dejar claro su "compromiso total" en su apoyo para Vigo para el Mundial 2030, algo que se demostró "durante todos estos meses". La presidenta del PP de Vigo aprovechó las declaraciones remitidas en un audio a los medios de comunicación para denunciar la "cobardía política" de Abel Caballero por sus manifestaciones de este miércoles. La vicepresidenta de la Diputación de Pontevedra ha recordado en las últimas semanas el apoyo del ente provincial en la actual reforma que se está realizado en el estadio de Balaídos y su deseo de que la urbe gallega acoja partidos del torneo de fútbol más importante del planeta presentando una moción en el Concello para alcanzar en el Pleno un "apoyo unánime" para que la ciudad olívica pudiera ser sede del Mundial 2030.