Llenar de arte las ventanas tapiadas de un barrio degradado de Vigo. Esa era la premisa de "Arte nas Fiestras", la iniciativa que se puso en marcha el pasado junio para marcar "un antes y un después" en el barrio vigués de Ribadavia. Este jueves los resultados se han hecho patentes. Un total de 32 ventanas devuelven la vida a casas tapiadas mediante la representación de lo que un día existió en su interior.
"Lo que comenzó siendo un proyecto artístico con el objetivo de mejorar la estética del barrio, se ha convertido en una verdadera bandera de generosidad, esfuerzo colectivo, trabajo y colaboración", explican desde el barrio vigués para subrayar que la iniciativa unió a todos los vecinos y vecinas con el objetivo común de transformar el lugar donde viven en un espacio del que sentirse orgullosos.
No faltó nadie. Si alguien no podía pintar, se ofrecía para ayudar y hacer el trabajo de los demás más fácil, aportando agua o las herramientas necesarias. Todos los vecinos compartieron 45 días de risas, confidencias y un esfuerzo comunitario altruista, donde se generaron espacios de encuentro que reforzaron el sentido de pertenencia.
Más que un proyecto de arte
Cada ventana cuenta una historia real del barrio: la tienda de Hermina, el bar cerrado hace años, las personas que vivían allí, el homenaje al jugador de baloncesto Quino Salvo… todos están representados con una gran calidad artística, cuidando hasta el más mínimo detalle.
Desde el barrio están seguros de que esta será la semilla que hará posible la recuperación de la zona gracias a la participación y unidad de sus vecinos. Un proyecto pionero e innovador que demuestra cómo el arte puede transformar un barrio y la vida de las personas que viven en él.
Una nueva ruta para visitar
En el proyecto han participado artistas como Cristina Pino, Gustavo Suasnábar, David Lorenzo, José María Martínez Morales, Roberto Argüelles, Carolina Martínez, Xosé Antón Pedrido, pero también Amparo, Julia, Rogelia, Virginia, Natalia, Marta, Ana, Loli, Carlos, Brais, Aleixo, Daniel, Pepe, Camilo, Mari Carmen, Antela, Tania, Paula, Cris, vecinos y vecinas de todas las edades que dieron lo mejor de sí para convertir el barrio de Ribadavia en referente artístico de Vigo.