Uno de los bares icónicos del centro de Vigo se despide, temporalmente, para volver “con más ilusión, diversión y madurez”. Tras nacer en la calle Hernán Cortés y trasladarse posteriormente a Velázquez Moreno, El Mono Vintage se ha despedido del centro de Vigo para trasladarse a otra zona, donde ampliarán su oferta gastronómica con brunch, menú del día, barra de pinchos calientes y nuevos cócteles “únicos”.
Después de 12 años ubicado en la zona más céntrica de la ciudad olívica, El Mono Vintage reabrirá próximamente sus puertas de nuevo, pero ahora lo hará en la calle Zamora 54. “La moda de estar en el centro ha pasado a un segundo plano y, además de sentir que nos hemos quedado aislados y la subida del alquiler del antiguo local, decidí volver al barrio donde nació mi vocación hostelera y nos conoce mucha gente”, señala su responsable, Alejandro Outerelo, a Metropolitano.gal.
Con la misma estética que le ha llevado a llenar dos ‘trailers’ de elementos decorativos -“tengo el nuevo local, mi piso y el de mi familia llenos de artículos que forman parte del bar”, subraya Outerelo- el nuevo establecimiento en la calle Zamora abrirá con diferentes zonas y espacios. “Tendrá una terraza, otra retranqueada y el interior del local, donde habrá sofás e incluso mesas grupales, para que la gente pueda mantener una conversación con desconocidos, si quieren”, avanza.
Pero estas no serán las únicas novedades que tendrá El Mono Vintage cuando reabra sus puertas, algo que se espera que ocurra entre “finales de mayo y principios de junio”. Después de tres años sin abrir durante las mañanas, y “viendo el los brunch son algo que funcionan muy bien en Vigo”, volverá a servir desayunos, además de menús del día. La oferta incluirá opciones sin gluten, sin lactosa con recetas "muy variadas".
En esta nueva etapa El Mono Vintage tendrá un horario de 8:00 a 12:00 horas de lunes a jueves, mientras que los viernes y sábados abrirá hasta las 2:00 horas. Al mediodía, el menú del día será “variado", con tres primeros y tres segundos platos. "Intentaremos que siempre haya carne, pescado y vegetal”, matiza Outerelo. Además, el local contará con una barra de pinchos calientes, donde los consumidores podrán “escoger su propia tapa, que calentaremos en el momento”, avanza.
Con la premisa de “seguir siendo divertido, pero queriendo madurar un poco, ya que no tengo los 25 años que tenía cuando abrí el local”, el responsable señala que el establecimiento mantendrá su oferta de cócteles “únicos en la ciudad", que ampliarán con una nueva receta que contiene purpurina comestible. Eso sí, seguirá fiel a su concepto. “No va a ser un bar tradicional, ya que no tendremos televisión para ver fútbol", matiza Outerelo para recordar que "las únicas veces que la hemos encendido ha sido para ver Eurovisión”.