La Policía Nacional de la Comisaría de Vigo ha alertado este miércoles de una ola de estafas que ha afectado al menos a 9 empresas de la ciudad, a las que un falso proveedor exigió el pago de diversas cantidades de dinero para poder entregar cierta mercancía. Según han informado fuentes policiales, la alerta se activó cuando se denunció una estafa por parte de una concesionaria de aparcamiento de la ciudad. Uno de los empleados de párking recibió una llamada de alguien que se hizo pasar por directivo de la empresa y que le explicó que estaba pendiente de recibir un pedido de un sistema de video-vigilancia, pero que no lograba contactar con la encargada del aparcamiento y que tendría que encargarse él de recibir el material.
A continuación, y para dar credibilidad al engaño, con la excusa de que no escuchaba bien al empleado, le pidió su número de teléfono particular para llamarlo y dejar así libre la línea de teléfono del aparcamiento. Mientras seguía hablando con el empleado, al que había llamado a su número privado, los cómplices de la estafa llamaron al teléfono del párking para hacerse pasar por proveedores y advertir de que tenían pendiente de entrega la mercancía, a la espera de recibir un pago.
Todo esto ocurría mientras el empleado seguía en comunicación con el falso directivo, que le dio indicaciones para que cogiese dinero de la caja y lo ingresase al proveedor desde un locutorio, ya que seguía sin localizar a la encargada.
Después de hacer el ingreso, el empleado regresó al aparcamiento y recibió una llamada de la encargada, que llevaba tiempo intentando contactar con él sin conseguirlo (ya que tenía la línea de móvil ocupada). El hombre le explicó lo sucedido y la encargada le aclaró que no estaban pendientes de recibir ningún sistema de video-vigilancia, descubriéndose que todo había sido una estafa.
La Policía ha explicado que, además de esta empresa, otras ocho compañías más de la ciudad (dos panaderías, una cadena de supermercados, un estanco, una clínica y otros tres aparcamientos) han sido engañadas con este mismo modus operandi: una llamada de un directivo o de un supuesto proveedor que exigía dinero a cambio de entregar una mercancía.
En todos los casos, los estafadores contactaban con los empleados desde un número de teléfono con prefijo +54, correspondiente a México, y siempre ponían la excusa de que no escuchaban bien para pedir a sus interlocutores que les facilitasen sus números de contacto personales. Durante la comunicación con la víctima, siempre sonaba el teléfono fijo de la empresa, por llamadas de supuestos transportistas y proveedores que pedían dinero (entre 800 y 1.800 euros, según el tamaño de la empresa) para hacer las entregas, con la advertencia de que, si no pagaban, perderían la mercancía o tendrían que abonar una penalización.
La Policía Nacional ha hecho un llamamiento a la empresas a extremar la prudencia y a no facilitar datos ni números de teléfono sin haber confirmado quién es el interlocutor. También ha advertido de que no se deben hacer pagos a través de empresas de servicios financieros ubicados en kioskos o locutorios, sino por los cauces habituales.