Castrelos siempre fue algo como un festival. En realidad, es un ciclo de conciertos, una serie de espectáculos musicales cuya programación está diseñada para satisfacer todos los estilos. Lo que no hubo fue este "minifestival" protagonizado por Vetusta Morla, Xoel López o Furious Monkey House. El formato es novedoso. Convierte el auditorio del parque vigués en el escenario de un festival con dos referentes nacionales y con una destaca propuesta autonómica como la joven banda pontevedresa.
El gran reclamo era Vetusta Morla. El grupo madrileño salía al escenario poco antes de las 23:00 horas. Caballero presentaba a los de Tres Cantos presumiendo de que la mejor banda indie del mundo estaba en un escenario como Castrelos. El regidor vigués no se olvidó del alcalde de Nueva York mientras recordaba el carácter de "ciudad acogedora" de la urbe gallega. Todo estaba preparado para que estallase la traca final del "minifestival". El público enloquecía cuando entre las sombras atisbaba a los seis componentes de la formación madrileña. Vetusta Morla comenzaba su encuentro con el mágico escenario de Castrelos con "Deséame suerte", una declaración de intenciones de lo que iba a suceder durante hora y media.
El Auditorio de Castrelos saldaba una de sus cuentas pendientes. Al fin se producía esa cita con una banda que es, posiblemente en estos momentos, una potencial del indie. Ese anhelado encuentro con Vetusta Morla no se basa solo en disfrutar su música, sino en ser testigos de su espectacular directo. Los bailes de Pucho o esa conexión que la banda de Tres Cantos establece con su público son dos razones de peso para pensar que este "minifestival" ha sido uno de los capítulos más brillantes e inolvidables del verano vigués. Uno de los grandes momentos de la velada llegó cuando Pucho bajó del escenario para cruzar la platea. Al intérprete de Vetusta Morla no le hacía falta la pasarela de Thirty Seconds to Mars. Un pasillo formado por su legión de fans fue suficiente para dejar uno de los momentos de la noche.
Vetusta Morla fue navegando por un repertorio plagado de éxitos. Viejos y nuevos. Un setlist que muestra la fortaleza de este grupo que ya lleva 20 años escribiendo su propia historia. En Castrelos, en el que era su regreso a Vigo, ejemplificaban su último trabajo "Mismo sitio, distinto lugar". La banda madrileña, que lleva la agencia viguesa EsmerArte, se estrenaba en el auditorio del parque vigués tras conquistar el festival Vigo Transforma y el Auditorio Mar de Vigo.
Los madrileños ya habían probado con Xoel López el escenario de Castrelos mientras el sol se tumbaba sobre la ría de Vigo. Vetusta Morla devolvía esa colaboración con el ferrolano para interpretar conjuntamente uno de sus grandes himnos, "Copenhague". El indie establecía su propio gobierno de coalición con los de Tres Cantos y el gallego.
Antes fue el momento de Xoel López. El gallego también dejó su impronta en el mágico Auditorio de Castrelos. El ferrolano, que hace unos meses actuó en el Auditorio Mar de Vigo, era "teloneado" por ese hit que es "Here comes the sun", de The Beatles. El aperitivo ideal para el espectáculo de poco más de una hora que iba a firmar el gallego. Comenzó con fuerza. "Jaguar" encendía a un público entregado, que ya abarrotaba las gradas y comenzaba a llenar la platea. El primer viernes de agosto se iba consumiendo en la voz y en la música de Xoel López. Uno de los grandes momentos de su "intervención" en el parque vigués llegó con "El amor valiente", una canción que interpretó junto a Vetusta Morla. Sorpresa para el público que ya empezaba a degustar la gran noche que se estaba escribiendo en Castrelos. Esa "coalición" sobre el escenario era la toma de contacto perfecta para la noche para el recuerdo que acabaron ofreciendo los de Tres Cantos.
Ese "minifestival" permitió explorar nuevas posibilidades en Castrelos.Más allá del control por pulseras que se estrenó con el evento, la cita permitió amenizar la larga espera de las miles de personas que a las 20:00 horas iban abarrotando la zona gratuita del auditorio del parque vigués.
El penúltimo episodio de los conciertos de Castrelos arrancó con Furious Monkey House. El rock como telonero de la música indie. La joven banda pontevedresa, con importante protagonismo femenino y en la que destaca la presencia de dos monos, regresó dos años después al Auditorio de Castrelos para interpretar algunos de sus éxitos y su último lanzamiento, "Echoes". El recital de los pontevedreses duró alrededor de media hora.