El Concello de Vigo y la concesionaria del servicio de basura en la ciudad, FCC, han puesto en marcha en los últimos cinco meses un despliegue masivo de los nuevos contenedores marrones, que ya se pueden ver en cientos de calles. El llamado “quinto contenedor” viene a cubrir un nuevo hueco que obligará a separar los residuos que hasta ahora iban directamente al contenedor genérico y forma parte de las exigencias europeas para reducir los deshechos y aumentar el reciclaje.
Aunque la ciudad todavía está lejos del objetivo de 1.950 de estos contenedores que se deberán desplegar, sí ha vivido en los últimos meses un rápido crecimiento en la instalación de los nuevos colectores. Si entre 2021 y abril de 2023 apenas se habían llevado a las calles 170 unidades, principalmente en proyectos piloto en barrios seleccionados, entre mayo y septiembre la cifra se ha disparado, hasta superar los 600.
Los nuevos contenedores se encuentran ya instalados en calles como Fragoso, Portanet, Balaídos, diferentes zona de Coia, A Miñoca, Florida, Castrelos, Calle Coruña, Samil, Pi i Margall, Camelias, Torrecedeira, López Mora, Gran Vía, Zamora, Tarragona, Salamanca, Álvaro Cunqueiro, Hispanidad, Areal, Cánovas del Castillo, García Barbón, Oporto, Venezuela, Ecuador, Inés Pérez de Ceta, República Argentina, Rosalía de Castro, Sanjurjo Badía, Pizarro, Brasil, Ronda de Don Bosco, Progreso, Colón, Gregorio Espino, Jenaro de la Fuente, Aragón, Martínez Garrido, Travesía de Vigo, Buenos Aires, Coutadas, Robleda, entre otras.
La mayoría de estos containers son de nuevo modelo y diseño, que debe abrirse utilizando la tarjeta Pass Vigo, mientras que se han instalado también 23 unidades de carga trasera, fundamentalmente en Teis, que no requieren usar la tarjeta.
El contenedor marrón viene a cubrir un nuevo hueco que obliga a separar los residuos que hasta ahora iban directamente al contenedor genérico. Lo que antes era solo un cubo, el de residuos orgánicos (rojo en el nuevo rediseño de contenedores de Vigo, verde oscuro en los viejos), pasa ahora a dividirse en dos. Los restos orgánicos reciclables irán a este nuevo contenedor, mientras que los que no puedan serlo se quedarán en el rojo.
El contenedor marrón se desbloquea con la PassVigo y los residuos deben ir siempre introducidos en una bolsa biodegradable. Este nuevo colector que impone la nueva normativa llega por la obligación de que el 50% de nuestros residuos pasen a la recogida selectiva, algo que ahora no sucedía.
Lo que todavía nadie ha explicado con claridad es por qué en todas las ciudades españolas es necesario abrir estos contenedores con una tarjeta ciudadana, en el caso de Vigo asociada a una dirección, un nombre y apellidos y un DNI concreto. Por ahora, el Gobierno local nunca ha valorado la posibilidad de multar a quién no use este colector, pero en la práctica la concesionaria y el Concello pueden conocer quién lo usa y cuántos días, aunque no saber si lo usa correctamente, lo que dificulta en realidad cualquier multa concreta. El alcalde, Abel Caballero, expresó en 2020 que aunque entonces era "voluntario usarlo" sí "llegará un momento en el que será obligatorio". La propia Agencia Española de Protección de Datos abrió ya un expediente a Pamplona por no contar con la normativa municipal adatada y, aunque no censuró el uso de la tarjeta ciudadana, sí emitió un largo documento de más de 100 páginas en las que analiza la legalidad y el cumplimiento de la medida. La primera consecuencia es que la Mancomunidad de Pamplona ha dejado de recopilar datos.
¿Qué hay que echar en el contenedor marrón?
Depositaremos en el nuevo cubo todo aquello con lo que se puede hacer compost, un biorresiduo que puede aprovecharse como fertilizante e incluso como generador de energía. Al marrón irán restos de alimentos -como pieles de frutas, espinas de pescado, cascaras de huevo o posos-, restos vegetales -como plantas, flores, césped cortado-, residuos de papel -servilletas y papel de cocina usados- y productos derivados de la madera como los palos de los helados.
Se trata por tanto de reciclar especialmente los restos de comida y otros biorresiduos, que suponen un 40% de la basura que se tira al contenedor.
¿Qué NO hay que echar al contenedor marrón?
Objetos de cerámica, pañales, colillas, chicles, toallitas húmedas, arena para mascotas, pelo o polvo, seguirá yendo al contendor de restos, el rojo (antes verde oscuro). Es decir, todos aquellos residuos no reciclables.
Pero recuerda, nunca deposites aquí pilas, móviles, ordenadores y CDs, muebles, espejos o electrodomésticos, que van al punto limpio. Tampoco los fármacos caducados (se deben llevar a la farmacia).
¿Qué va en cada contenedor?
- Azul: para papel y cartón (pueden ser envases de alimentación, calzado, productos congelados, papel para envolver, papel de uso diario…)
- Amarillo: para envases de plástico, metal y tetrabriks (botellas de plástico, latas, tapas y tapones de plástico, metal y chapas, bandejas de aluminio, papel film y papel de aluminio, aerosoles, botes de desodorante, bolsas de plástico (excepto las bolsas de basura), tarrinas y tapas de yogurt, briks de leche, zumos, sopas, etc., bandejas de corcho blanco, tubos de pasta de dientes…).
- Verde: para vidrio (debemos depositar botellas de vidrio (vino, espumoso…), frascos de perfumes o tarros de alimentos (mermeladas, conservas, etc.)
- Marrón: para residuos orgánicos reciclabes en compost
- Rojo: para residuos no reciclables