Vigo estrenará nuevo diseño de rampas en la transformación de Gran Vía desde Praza América

El Gobierno local de Vigo pone la quinta marcha en el ecuador de la legislatura y avanza en los grandes proyectos transformadores de este mandato. Uno de ellos, la esperada humanización de la Avenida de Madrid, que hará más permeable, transitable y estético el acceso a la ciudad, está ya en marcha y finalizará en 22 meses. El otro, la ambiciosa ampliación del Vigo Vertical por Gran Vía, entre Plaza América y Plaza de España, avanza y tiene ya listo el diseño que guiará todo el proyecto. En el horizonte, una inversión de más de 22 millones de euros para una iniciativa que quiere cambiar para siempre la movilidad peatonal en la ciudad.

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Tras finalizar el eje de las rampas mecánicas entre Urzáiz y Plaza de España, que se ha saldado con un gran uso ciudadano, ahora el Concello busca replicar el modelo en la otra parte de la arteria viguesa que llega al 'segundo' centro urbano de la ciudad: As Travesas. Aunque las pendientes son menores, sigue habiendo un importante desnivel que se pretende salvar con más rampas mecánicas a lo largo de algo más de 1,5 kilómetros.

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Inicialmente se barajaron diferentes posibilidades, pero finalmente el proyecto apuesta por instalas el corredor mecánico en el bulevar central, actualmente sin uso, en lugar de en una de las aceras laterales. Así lo establece el proyecto de rehabilitación y transformación del entorno de la Gran Vía entre Plaza de España y Plaza América adjudicado el pasado mes de marzo a Antea Iberolatam por 221.000 euros.

¿Cómo serán las nuevas rampas de Gran Vía?

El diseño pondrá como prioridad tres ideas: la ampliación de la masa vegetal, la mejora de la permeabilidad con las calles adyacentes y la apuesta decidida por la movilidad peatonal. Con estas ideas, el Gobierno local apunta a que se salvará un "gran desnivel" para permitir así a los ciudadanos realizar el itinerario a pie en sustitución del vehículo privado, desalentando el tráfico rodado y mejorando también los niveles de polución y ruido.

El proyecto, en fase de redacción, contempla una reorganización completa de aceras y viales, que incluirán nuevos pasos peatonales y una mejora de la conexión de las zonas de calle Barcelona, Zaragoza, Zamora, Hispanidad, Sárdoma y A Salgueira.

Entre las prioridades está, especialmente, el incremento de los espacios verdes. El proyecto contempla más zonas ajardinadas, que serán complementarias al mantenimiento de la vegetación existente actualmente, "siempre que sea posible", se señala. En esta idea, las rampas buscarán más conexión con la vegetación y estrenarán un nuevo diseño, abandonando el "túnel de cristal" estrenado en la primera fase entre Urzáiz y Plaza de España.

Los soportales del proyecto no serán por tanto completamente cerrados, sino que tendrán cubrición superior y en un lateral, manteniéndose abiertas hacia los arbustos y árboles que se plantarán en el otro lateral. Será un modelo muy similar al anunciado para Pintor Colmeiro, en una rampas cuyas obras comenzarán también en breve.

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Una gran maya de movilidad mecánica

La redacción del proyecto que pretende llevar las rampas mecánicas a toda la Gran Vía estará finalizada en el último semestre del año y, entonces, se podrán ya adjudicar las primeras obras. Pero no se trata de una actuación aislada, sino que el Gobierno local lo engloba dentro de su estrategia de movilidad urbana del Vigo Vertical, que pretende crear una gran malla de corredores mecánicos que salven las enormes pendientes de la ciudad y permitan mejorar los itinerarios peatonales.

Así, este nuevo tramo se complementará con el corredor ya en marcha que llega desde Pintor Lugrís y avanzará por Pintor Colmeiro. En la zona también se encuentran los ascensores que llegan hasta Hispanidad desde la parte baja de la ciudad a través de Camelias y Torrecedeira. Y todo ello se pretende acabar conectando por las calles que suben de Gran Vía a Barcelona, facilitando también el acceso a espacios sanitarios como Povisa.

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