Vigo mejora el paseo del río Lagares en uno de sus puntos con más encanto

El Sendero del Lagares, que conforma además la Senda Azul Camiño á Beiramar entre la Avenida de Madrid y la playa de Canido es una de las joyas medioambientales de Vigo. En los últimos años, el Concello ha ido ampliándolo y añadiendo nuevos atractivos a la ruta, aunque también han aumentado las quejas por la falta de mantenimiento en varios tramos, con maleza y falta de limpieza.

Ahora, el Gobierno local acaba de terminar una pequeña actuación que busca precisamente poner el foco en uno de los apartados más importantes y muchas veces olvidado: el del mantenimiento. Una obra pequeña pero que mejora parte del trazado.

"Ya terminamos la obra de restauración del puente del mirador del río Lagares en la parte de los molinos, allí cerquita de A Xunqueira", avanzó este martes de Entroido el alcalde vigués, Abel Caballero, en un audio enviado a los medios de comunicación.

La obra consistió en la sustitución de la antigua barandilla del mirador de madera, muy deteriorada, así como el cambio en la superficie del puente. Esta actuación se llevó a cabo en una de las partes con más encanto de todo el paseo. Apenas a unos metros de encontrarse con el mar, toma forma la Xunqueira do Lagares, un espacio afectado por las mareas donde se dan cita más de 100 especies que viven, descansan o se alimentan en la zona.

En este paseo por la parte final también está una antigua vivienda molino con una arquitectura muy curiosa, así como la llamada Pontella de Muíños, una estructura de piedra que cruza el curso fluvial y que se reconstruyó en los años 30 por iniciativa de empresarios ligados al turismo para unir el apeadero del tranvía con Samil.

Junto a los trabajos de mejora del puente de madera, muy próximo a este de piedra, también se reparó una rampa de acceso en la Praia do Serral, un pequeño arenal situado a un lateral del puente de Toralla, junto a la finca Mirambel.

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