Tras el anuncio hecho público este jueves sobre la decisión irrevocable del Concello de Vigo para acabar con la actual concepción de Vigozoo con animales enjaulados, el alcalde, Abel Caballero, continúa explicando cómo se realizará la transformación progresiva del recinto para convertirlo en un aula de la naturaleza y refugio animal.
Caballero desveló esta mañana que ya han comenzado los contactos con otras instituciones zoológicas en la que aquellos animales exóticos y ajenos a los hábitats gallegos puedan ser trasladados. “Hablamos con otras instituciones que podrían quedarse con los animales”, explicó el regidor vigués, para aclarar que se produciría el traslado siempre y cuando sus instalaciones sean “iguales o mejores” a las de Vigo.
Desde el Concello rechazan aclarar los plazos y fechas en las que el actual Vigozoo desaparecería como tal. El horizonte temporal será "el que sea preciso, no lo voy a hacer público", expresó esta mañana Caballero más allá de asegurar que “hace tiempo que estamos programando la transformación del zoo”. Caballero alude a la necesidad de “tener en cuenta el periodo de vida estimado” de cada uno de los animales, pero se reafirmó en que, una vez desaparezcan, no volverán a ocuparse las jaulas.
¿Y qué pasará con los autóctonos? Los planes municipales pasan por abandonar la actual concepción de escaparate de animales en cautividad, pero sí que continuará habiendo fauna local en el zoo. Será la de aquellos animales que necesite unas instalaciones para recuperarse ante algún problema y que no puedan ser devueltos a su hábitat. Sería el caso de lobos que necesiten cuidado médico. Sin embargo, especies foráneas como tigres, cebras, leones o linces deberían abandonar el recinto en el corto plazo, bien gracias a los traslados o bien derivado de la muerte natural de los animales.
Sin embargo, en ocasiones el Concello se encuentra con la problemática de la muerte de un animal que vive en pareja. Si este no es trasladado a otro centro, es necesario trasladar a Vigo a otro ejemplar de la misma especie. “Si están solos enloquecen”, asegura Caballero. La situación se evitaría con el envío a otras instalaciones animales, que en todo caso estudian ya los técnicos y veterinarios.