El Concello de Vigo buscará fondos europeos para un ambicioso proyecto de “renaturalización” para mitigar los efectos negativos de la expansión urbana. Las acciones se centrarán en Alcabre-Navia, pero pretende crear una estrategia municipal de conectividad ecológica e infraestructura verde que pueda replicarse en otras parroquias y barrios.
Bajo la denominación de Alcabre-Verde, el Concello presentará a la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, un plan para el que busca lograr cuatro millones de euros -el máximo subvencionable- y que se centrará, básicamente, en la “renaturalización” de los espacios urbanos y en la mejora de la conectividad ecológica, además de trabajar en reducir el impacto de la fragmentación entre lo rural y lo urbano. “Queremos mejorar todo el ámbito paisajístico, humanizar y tener conectividad económica y social en zonas de Alcabre y de Navia”, explica el alcalde de Vigo, Abel Caballero.
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Objetivos del plan
- Aumentar la resiliencia de la interfaz urbano-forestal frente a incendios forestales.
- Recuperar las dinámicas litorales de la playa de Samil.
- Aumentar la provisión de servicios ecosistémicos de los espacios públicos y zonas verdes.
- Mejorar la transición paisajística entre sistemas urbanos, agroforestales y costeros.
- Fomentar la movilidad sostenible entre Alcabre y Vigo a través de la renaturalización.
- Potenciar la integración de las herramientas de gestión del territorio.
- Concienciar a la ciudadanía y formar equipos técnicos sobre la importancia de la infraestructura verde.
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El plan, que se desarrollará de lograr financiación entre 2023 y 2025, fecha límite de las acciones previstas, girará en torno a cinco grandes ejes estratégicos en los que desarrollar diferentes intervenciones para mejorar la calidad de vida y la biodiversidad.
Todo comenzará por elaborar la primera estrategia de renaturalización de Vigo, que deberá fijar las bases de la planificación urbanística sostenible, de adaptación al cambio climático y de liberación de espacio dedicado a la movilidad privada que permitan la renaturalización urbana a través de estrategias de movilidad sostenible. Para este proyecto se destinarán más de 91.000 euros y se prevé que arranque en junio de 2023 para estar finalizado en julio de 2024.
En cuanto a las intervenciones específicas dirigidas a fortalecer la infraestructura verde urbana el proyecto actuará en cuatro grandes áreas: la avenida de Europa, el frente litoral de Alcabre, la VG-20 en su nudo con la Avenida Atlántida y el Parque Nelson Mandela de Navia.
Así, se incluirá un tramo de la anunciada reforma de la Avenida de Europa adaptando el proyecto para aumentar la permeabilidad ecológica y mejorar la creación de nuevos hábitats, además de aumentar la accesibilidad con el ya anunciado carril ciclista y la senda peatonal. El plan contempla además de incluir sistemas urbanos de drenaje sostenible o creación de charcas y espacios que favorezcan la biodiversidad. Su coste está fijado en 1,9 millones de euros.
Para la renaturalización de la franja litoral de Alcabre, básicamente en la zona de Samil, se plantea la mejora de la funcionalidad ecológica de las zonas verdes, así como adaptar los actuales aparcamientos para hacerlos más permeables. Se prevé una inversión de 660.000 euros.
El cuarto eje de acción se centrará en la VG-20, en la zona semicubierta más próxima a la Avenida Atlántida. Allí, se buscará reforestar las actuales cubiertas verdes, crear pantallas vegetales y mejorar la accesibilidad y conectividad peatonal con un coste estimado de algo más de 425.000 euros.
Por último, el plan contempla crear un “armazón de conectividad ecológica” en el entorno de Alcabre y el parque de Navia. Se busca aumentar la funcionalidad ecológica, optimizar los espacios verdes, mejorar la accesibilidad y aumentar la permeabilidad del espacio. Se plantarán más árboles y arbustos y se procederá además a potenciar todas las zonas de vegetación con un coste estimado de casi 825.000 euros. La acción se englobaría dentro del nuevo proyecto de macroparque de Navia, con auditorio al aire libre, cascadas o laberinto vegetal.
El proyecto competirá ahora con el resto de planes presentados por otros municipios de más de 50.000 habitantes que cumplan los criterios de la convocatoria, para la que se destina un total de 62 millones de euros.