Sol, calor, playa y distancia. Estas cuatro palabras pueden definir esta jornada de martes marcada por un tiempo típicamente veraniego en plena desescalada de la crisis del coronavirus. La jornada de hoy prometía, tras varios días de subida de temperaturas, y viguesas y vigueses se echaron a la playa. Tras el encierro, la libertad del mar. Sin embargo, a pesar de la masiva afluencia a los arenales de la ciudad, la distancia de seguridad se mantuvo en la mayoría de los casos. Toca playa, pero también responsabilidad individual.
En solo seis días, desde el pasado miércoles, las máximas se han disparado 12ºC, desde los 19,8ºC que marcó el mercurio el 20 de mayo hasta los casi 32ºC de hoy. La jornada más calurosa de lo que va de 2020, y de hecho la de temperaturas más altas desde el pasado mes de septiembre, se saldó con una huida masiva hacia las playas, a pesar de encontrarnos en estado de alarma y jornada laboral.
En términos generales, eso sí, el mensaje de responsabilidad y distancia social parece calar en la ciudad. La separación de unos dos metros entre grupos de toallas se cumplió de forma generalizada en la arena. Más difícil fue hacerlo en la orilla, donde se junta mucha más gente en movimiento paseando de un extremo al otro con aquellos que se disponen a darse el primer chapuzón del año.
“Hay que aprovechar, el fin de semana empeora”, explicaba esta tarde una bañista a este diario. Con todo, el episodio de altas temperaturas que vivimos desde el domingo se prolongará previsiblemente a lo largo de toda la semana, aunque las nubes podrían volver el sábado y el domingo.
La importante afluencia a los dos principales arenales de Vigo abre el dilema sobre si el Concello de Vigo debe adelantar la parcelación a través de cuadrículas. En un principio está previsto que el sistema arranque el 15 de junio de forma inicial para irse ampliando según avance el verano. El Concello llevará la parcelación solo a Samil y O Vao y lo hará a través de un sistema de colores.