Asoman (de nuevo) las tormentas en Vitrasa. Y los tambores de nuevas movilizaciones y, por tanto, afecciones en el servicio de transporte público, empiezan a resonar en la Estrada de Camposancos, sede de la compañía en Vigo.
El comité de empresa ha comenzado a repartir esta semana documentos entre los trabajadores comentando la situación de la negociación sobre el convenio colectivo. Y no parece avanzar como los sindicatos desean.
El comité lamenta que “a pesar de haberse cumplido todas las expectativas que la empresa requería para poder llegar a acuerdos (recuperación de viajeros y reequilibrio de los años 2020, 2021 y 2022)”, la compañía se sigue negándose a actualizar los salarios desde 2021, cuando caducó el actual convenio. Desde entonces los trabajadores tienen el sueldo congelado, a pesar del alza del IPC estos años.
Lo más curioso, indican fuentes conocedoras de la negociación, es que la empresa dependiente del Grupo Avanza está ofreciendo mejoras entre 2024 y 2027, aunque no se sabe si continuará operando en la ciudad ya que la actual concesión finaliza el próximo año. Y el Gobierno local mantiene que no prorrogará y convocará un nuevo concurso público.
Otro aspecto que rechazan desde el Comité es la disponibilidad horaria del colectivo de conducción las 24 horas, además de contemplarse un tiempo máximo de conducción continuada o un descanso real dentro de la jornada. “Todos sabemos que se está haciendo un estudio sobre la renovación de las líneas y no nos cabe duda que cambiará la forma de operar y la empresa que quede empezará a tener beneficios millonarios por lo que la oferta que realiza la empresa hasta el año 2027 nos parece inaceptable”, señala el comité.
Así, por ahora el plan del comité pasa por poner en marcha una “serie de acciones” que por ahora no pasarán por huelgas o paros. Aunque fuentes consultadas por Metropolitan.gal señalan que “si vemos que no se soluciona nada no descartamos poner en marcha de nuevo paros parciales”.
Por ahora, el comité ha solicitado ya una reunión con el Concello y organizará alguna concentración, valorando también una posible manifestación. Todo para “instar a la empresa a retomar la negociación y llegar a acuerdos”. Todo después de una huelga que finalizó el pasado mes de marzo tras más de 100 días.