Ante la situación sanitaria creada por el COVID19, y con el inicio de la desescalada progresiva del personal y de los usuarios de la Zona Franca, este organismo, siguiendo las indicaciones de la guía de “Buenas prácticas en los centros de trabajo” elaborada por el Ministerio de Sanidad, ha realizado una inversión destinada al suministro tanto de los equipos de protección necesarios como mascarillas, guantes y soluciones desinfectantes; así como contenedores para el depósito de los elementos desechables a la finalización de la jornada siendo, la Zona Franca, la primera administración que pone en uso un punto de reciclado para materiales de protección personal del COVID19.
El delegado, David Regades, que propiciará el teletrabajo en la medida de lo posible, ha organizado un equipo de técnicos responsables en la gestión de riesgos para que implementen todas las acciones necesarias que minimicen el contacto entre las personas trabajadoras y los clientes o público y muy particularmente, que adopten medidas para la correcta gestión de los residuos que, por sí mismos pueden ser una fuente de expansión de la pandemia. Por eso, desde esta semana, ya están instalados en todos los edificios en los que la plantilla del Consorcio desarrolla su actividad, contenedores azules para depositar los guantes y contenedores grises donde poder deshacerse de las mascarillas.
Ante estas nuevas necesidades, el delegado consideró que “tenemos que estar preparados para esta nueva realidad laboral, porque es seguro que, desde ya, la manera que tendremos de funcionar será muy diferente porque es probable que haber sufrido esta pandemia tendrá un impacto en nuestros hábitos personales y en nuestra forma de trabajar”.
Significativamente, los trabajos técnicos e informáticos también se están reforzando ya que con más empleados trabajando desde casa, situación que incluso se dará una vez superada la crisis, Regades considera que es necesario invertir en más y mejor tecnología para conectarse de manera más efectiva con los trabajadores en remoto.
Además, se están redistribuyendo y planificando los puestos de trabajo para que se puedan mantener las distancias interpersonales de aproximadamente dos metros en las oficinas y también se están estableciendo nuevos recorridos tanto en la entrada y en la salida de los centros de trabajo y otros que indiquen por donde desplazarse durante la permanencia en el mismo. Aunque ya se habían tomado medidas de seguridad para el personal que estaba cubriendo servicios mínimos, cuando se pase a la siguiente fase de la desescalada y se reincorpore la mayoría de la plantilla, todas las personas que trabajen en Zona Franca dispondrán de mascarillas FFP2, guantes de nitrilo, solución hidroalcohólica en zonas comunes y desinfectantes para equipos y mobiliario y monitoreo de temperatura en los puntos de entrada.