Vigo es una ciudad cargada de sorpresas. Sobre todo si la caminas. Desde ayer puedes encontrarte con un acuático virtual, una plataforma para generar energía o un visor submarino donde podrás sumergirte en la Ría. Pero, más allá de estas novedades, la urbe gallega ha destacado en los últimos años por sus tesoros artísticos. Uno puede quedar boquiabierto con el arte urbano de algunos de los mejores muralistas del mundo o encontrarse, de la noche a la mañana, con alguna creación de "Primo Banksy". Sin embargo, lo que ha sucedido en un rincón escondido de Vigo es, cuánto menos, diferente. Un enclave apartado de los peatones se ha convertido en una especie de pequeño museo, un "mini Louvre vigués" presidido solamente por una obra, el cuadro "La Mona Lisa", también conocido como "La Gioconda".
El considerado por muchos como el cuadro más famoso del mundo y posiblemente la joya más importante que posee la colección del Museo Louvre se puede disfrutar en el espacio situado en las escaleras que comunican la calle Ourense y la Avenida Camelias, en pleno centro de Vigo. El emplazamiento es curioso. Está cargado de misterio. Si uno accede a este "museo" desde la calle Ourense, se encuentra con un cartel que anuncia una "próxima inauguración". Una vez sube hacia la Avenida Camelias, aparece "La Mona Lisa", acompañada de un texto similar al que uno puede encontrarse en los museos convencionales. Por el contrario, en las escaleras que dan acceso desde la Avenida Camelias reza otro cartel. "Recién pintado".
La creación de Leonardo da Vinci sorprende a las vecinas y vecinos de esta zona del centro de la ciudad que emplean estas escaleras para salvar la distancia que hay entre Camelias y la calle Ourense. "La Mona Lisa" se puede disfrutar en Vigo de una forma muy distinta a la del Louvre, sin una afluencia masiva de turistas que pugnan por hacerse su foto lo más cerca de una de las grandes obras del genio renacentista, una obra rodeada de misterio, casi tantos enigmas como los que han llevado al cuadro más famoso del mundo a decorar uno de los rincones escondidos del centro de la urbe gallega.