La curiosidad que acabó en colisión: un velero choca contra el barco de lujo ruso "A" en Vigo

El megavelero "A" se va a llevar un triste recuerdo de su estancia en la ría de Vigo. La embarcación de lujo rusa, que despertó la atracción y la curiosidad de los vigueses desde su llegada el pasado viernes, ha sufrido el impacto de una pequeña embarcación. El incidente se produjo el pasado fin de semana. Uno de los barcos que rodeaban el "palacio flotante" propiedad del ruso Andrey Melnichenko acabó colisionando contra el casco de la lujosa embarcación, ocasionándole un rayazo.

El capitán del yate "A" expresó a su consignataria en Vigo, Joaquín Davila & Cía, su deseo de denunciar al pequeño velero en Capitanía Marítima. El sistema de cámaras con el que cuenta el megavelero grabó el incidente. Las cámaras captaron que el velero pertenece a la base de Vigo. En las imágenes que circulan en las redes sociales es visible la marca que ha ocasionado en el caso del lujoso buque.

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La enorme curiosidad de los apasionados por la náutica ha provocado que el "A" esté rodeado de barcos desde su llegada a la ría de Vigo. El episodio ha terminado con este particular "David contra Goliat" que todo indica que acabará con denuncia en la Capitanía Marítima.  

¿Cómo es el Sailing Yacht A?

El ‘Sailing Yacht A’ cuenta con 143 metros de eslora (longitud) y 24 metros de manga (anchura) lo que lo convierte en el velero privado más grande del mundo. De sus tres mástiles de fibra de carbono, el más alto alcanza los 100 metros. Están además totalmente automatizados y las velas (del tamaño de un campo de fútbol) se pueden desplegar con solo rozar un botón en el puente de mando.

El buque es un prodigio de la ingeniería y no deja a nadie indiferente. Odiado por muchos y admirado por otros tantos, fue construido en Alemania por Nobiskrug y botado en 2015 para disfrute de su multimillonario propietario, el empresario ruso Andrey Melnichenko. Rompe con todos los conceptos de barcos veleros y su precio es... escalofriante. Aunque es difícil conocer el coste exacto de su construcción, diferentes fuentes especializadas lo valoran entre los 400 y 500 millones de euros.

En cuanto a su enorme tamaño, permite alojar a una tripulación de hasta 54 personas y se ha publicado que incluso cuenta con una pequeña habitación en el interior de su mástil central. Con todo, este velero destaca por su diseño poco convencional. Con un casco de acero, las superficies metálicas reflejan la luz exterior y ls ventanas son casi invisibles desde lejos, por lo que el yate se asemeja más a una "bala" o cápsula infranqueable y cerrada que a un velero tradicional. Su diseño responde al enorme celo por la privacidad de su multimillonario dueño.

Fue definido por Boat International como el "superyate que desafía los límites". Sobre su interior nada se sabe y no existen fotos. Se ha publicado que cuenta con hasta tres piscinas -una con fondo de cristal-. La seguridad también es importante. Cristales antibalas, cámaras de seguridad y puertas con lector de huella dactilar y sensores de movimiento son algunos de los elementos para garantizarla.