La Navidad se resiste a abandonar Vigo dos semanas después: las luces siguen encendidas

Aprovechar el buen tiempo de este domingo en Vigo se entremezclaba con una curiosa sensación que se produjo a partir de las 18:30 horas en el centro de la ciudad olívica. En el perímetro que comprenden las calles Barcelona, Tarragona y Zamora la buena temperatura, quizás más propia de la primavera, se combinaba con las luces de Navidad. Sí, Abel Caballero pulsó el botón rojo del apagado hace justo dos semanas en un acto en Porta do Sol marcado por las protestas de los trabajadores de Vitrasa. Pero 14 días después, vecinos y transeúntes de la zona veían como esta zona del casco urbano de la ciudad olívica todavía tiene iluminadas sus calles mientras los operarios de Ximénez se afanan en desmontar los adornos y ornamentación en toda la urbe gallega.

La iluminación de las calles de la Navidad de Vigo en esta edición que acaba de concluir llegó tarde y, de momento, parece que también se va a demorar en su despedida. Hay que recordar que los adornos tardaron en instalarse en algunas zonas de la urbe gallega como Navia, Teis o en las calles Tarragona, Barcelona y Zamora. Esta demora provocó la queja de los vecinos, que muchos incluso llegaron a creer que en la pasada temporada navideña no se iban a iluminar tantas calles como en años anteriores. La tardanza a la hora de tramitar el nuevo contrato con Ximénez fue determinante en las diferentes velocidades de la ornamentación navideña, que hasta llegó a provocar que el acto de encendido de la Navidad de Vigo se produjera el 24 de noviembre, cuando habitualmente se celebra en el tercer sábado del mes de noviembre.

La anécdota de las luces de Navidad encendidas en estas calles del centro de la ciudad nos muestra a un Vigo atrapado en ese macrocuento navideño que ha vuelto a despertar las críticas de algunas viguesas y vigueses como es el caso de la Asociación de Vecinos Zona Centro, que la semana pasada protestaron por la presencia de los grandes adornos en la zona de Policarpo Sanz y García Barbón, así como los ruidos que estaban generando los desmontajes de la noria y el Árbol de Porta do Sol. Finalmente, los grandes elementos ya han desaparecido de Policarpo Sanz y García Barbón, así como la noria de Areal, lo que permite que la normalidad regrese al tráfico del centro de la urbe gallega. No obstante, la huelga total de Vitrasa y las protestas diarias de los trabajadores de la concesionaria del bus urbano colapsa algunos puntos de la ciudad olívica a primera hora de la mañana.

En cuanto a la Navidad, Abel Caballero ha vuelto a poner el foco en Fitur en el evento que ha supuesto que Vigo se convierta en una de las grandes potencias turísticas del país. El máximo mandatario municipal facilitará próximamente los datos de visitantes, aunque augura que superará las cifras de las anteriores navidades cuando el regidor vigués contabilizó un total de 5,3 millones de visitas.

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