La conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, ha avanzado que el proyecto básico para la rehabilitación integral del Pazo de Lourizán estará listo a finales de octubre, lo que permitiría licitar las obras a mediados de 2026 y comenzar la ejecución a finales de ese mismo año o principios de 2027.
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Lorenzana estima que la rehabilitación de este Bien de Interés Cultural (BIC) superará los 15 millones de euros. "Eso es el mínimo", dice.
Aunque el presupuesto definitivo está aún por cerrarse, la conselleira indicó que la estimación inicial será previsiblemente será mayor. "Creo que se va a superar", apuntó.
Durante una visita al Pazo junto con el equipo redactor del proyecto, Lorenzana destaca el ritmo de trabajo desde que el contrato fue adjudicado el pasado 25 de junio. "Se está trabajando a destajo para cumplir los plazos", señala. La conselleira confía en que el futuro Pazo conjugue el uso forestal tradicional con una nueva dimensión turística, cultural y recreativa.
Lorenzana también adelanta que la rehabilitación podría plantearse en fases para permitir el uso parcial del espacio mientras avanza la intervención. "Yo pienso que no va a haber que esperar al fin de la totalidad de la obra para que los ciudadanos puedan empezar a ver un poco el resultado", apunta la conselleira, quien destaca que esta medida se adoptaría "siempre con todas las garantías de seguridad".
El objetivo de la Xunta es revitalizar uno de los grandes símbolos patrimoniales de Galicia sin desligarlo de su esencia forestal, con la integración de nuevos usos que abran el recinto a la sociedad gallega.
Blanca González, arquitecta del estudio Carme Pinós --que trabaja en UTE junto al equipo de Carles Enrich--, explica cómo avanza la rehabilitación del Pazo de Lourizán. Esta UTE ganó en noviembre pasado el concurso de ideas convocado al efecto.
Actualmente, están inmersos en la redacción del proyecto básico, con la intención de entregarlo a finales de mes. Como parte de este proceso, están realizando catas estructurales para conocer en detalle el estado real del edificio. "Hay elementos que se aprecian a simple vista, pero otros requieren estudios más profundos", explica Blanca. Especialmente importantes son los forjados, que deben adaptarse a las exigencias estructurales actuales, y cuya evaluación influirá directamente en cómo se plantean las intervenciones y en cómo se reparte el presupuesto.