Piden casi tres años de cárcel para una acusada de agredir a su pareja y a un agente en Cangas

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra acoge el próximo jueves el juicio contra una mujer acusada de agredir a su pareja y a un agente de la Guardia Civil que intentó mediar. Unos hechos por los que la Fiscalía pide dos años y nueve meses de prisión.

Tal y como se recoge en el escrito de Fiscalía, los hechos sucedieron el 18 de agosto de 2022 sobre las 23:30 horas cuando la pareja se encontraba en una hamburguesería del municipio de Cangas do Morrazo. Al parecer, la acusada se mostraba agresiva y, "con ánimo de menoscabar" a su pareja, lo agredió reiteradamente con arañazos y patadas.

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En ese momento, un agente que se encontraba fuera de servicio decidió intervenir para mediar. Tras identificarse y mostrar su placa, la acusada "no solo no depuso en su actitud", sino que se dirigió al agente con insultos y golpeándole en el cuerpo.

Así, el guardia civil procedió a sujetar a la acusada y la redujo, pero cuando parecía tranquila la incorporó y ella aprovechó para arañarlo y golpearlo de nuevo con patadas. A consecuencia de estos hechos, el agente sufrió diferentes lesiones en las extremidades que incluso precisaron de intervención quirúrgica y le dejaron secuelas.

Petición de la Fiscalía

Por estos hechos, Fiscalía solicita para la mujer nueve meses de prisión por un delito de lesiones en el ámbito de la violencia doméstica y dos años por el delito de atentado contra la autoridad en concurso con el de lesiones. También pide la prohibición de aproximarse a una distancia inferior a 150 metros de su pareja, así como de comunicarse con él por cualquier medio durante dos años.

En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Público demanda que la acusada indemnice al agente con 12.000 euros por el tiempo que tardaron en curar sus lesiones, 750 euros por la intervención quirúrgica y 3.400 por las secuelas psicofísicas y perjuicio estético, así como 4.500 euros por perjuicio moral. Por el contrario, su pareja no acudió al médico y renunció a reclamar la indemnización que pudiese corresponderle por estos hechos.