Cinco cabañas de ensueño para disfrutar de la Galicia rural y desconectar en la naturaleza

Cabañitas del Bosque, en Outes

El complejo de Cabañitas del Bosque, en Outes, es uno de los espacios de turismo natural que más fuerte está pegando en los últimos meses. La desconexión en la naturaleza en un entorno único se convierte para muchos en un destino ideal. Cuenta con varias opciones, como las Cabanas do Barranco, Cabanas de Broña, Cabanas de Albeida y Cabanas Sen Barreiras.

En el caso de las Cabanas do Barranco, hay varias cabañitas y el edificio de recepción, tienda y aula de cocina. Cabanas do Barranco es la típica finca de monte gallego con pinos, robles y castaños, refugio de biodiversidad de la zona en los que se encuentran camufladas las cabañitas más solicitadas. Las de Albeida se encuentran en un hermoso bosque con unas inmejorables vistas a la desambucadura del río Tambre, los montes del Barbanza, y el nacimiento de la ría Muros Noia. Une la magia del bosque caducifolio y la luz del mar para que disfrutes de los amaneceres de luna sobre las ramas de carballos centenarios. 

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Mu Moradas no Ulla, en Teo

MU_Moradas no Ulla, son tres cabañas de sencillo y moderno diseño en conexión con la naturaleza. Se trata de una propuesta que promueve un nuevo concepto de turismo rural, sostenible y respetuosos con el medio, cuidando la coherencia del proyecto en cada detalle y en cada momento.

La singular arquitectura radica en la sencillez del diseño, un interiorismo de inspiración nórdica, la calidez de la madera de pino ecológico como material principal y la selección de un paisajismo naturalista acorde e integrado. Cuentan con una superficie interior de 27 metros cuadrados y una terraza exterior de nueve. Cada cabaña está provista de un baño con ducha de chorros de hidromasaje, amenities ecológicos y toallas, un dormitorio con cama de 150cm, una cocina equipada con todo lo básico, una zona de estar con sofá cama pequeño, aire acondicionado, calefacción, televisión, wifi, libros y juegos.

Cada una de las tres cabañas, separadas entre sí por más de 20 metros, cuentan con todo lo necesario para ser autónomas y, si lo prefiere, no tener que depender de nada externo.

Cabañitas María Manuela

Ubicadas en Boqueixón, A Coruña, aúnan alojamientos en el bosque y viñedos. Enmarcada en la D.O. Rías Baixas (subzona Ribeira do Ulla), las cabañas se encuentras situadas en un entorno privilegiado, en el que se combina el mundo del vino y el turismo rural en su más elevado nivel. Podrás dormir a tres metros de altura en medio de los árboles, disfrutar de la calidez de una chimenea encendida, darte un baño relajante en un jacuzzi privado de agua caliente al aire libre, dar paseos entre viñedos o en el bosque y apreciar los sonidos de la naturaleza.

Cabañas de Fisterra

No son cabañas como tal, pero tienen una construcción que las imita. Esta propuesta cuenta con seis opciones para alojarse en un entorno con increíbles vistas.  Todas incluyen jacuzzi y su proximidad al mar hacen posible que puedas disfrutar de una auténtica mariscada a cuerpo de rey. En el entorno podrás hacer excursiones al Faro de Fisterra, las Fervenza do Ézaro o playas vírgenes y abiertas al océano Atlántico.

Miradores do Sil, Cristosende

Aunque en este caso tampoco son cabañas, sino más bien un hotel al estilo bungalows, merece sin duda estar en este listado. Son cinco apartamentos en edificaciones independientes en el corazón de la Ribeira Sacra, con unas impresionantes vistas al Cañón del Sil. Miradores do Sil Hotel Apartamento está situado en Cristosende ofrece alojamiento de 3 estrellas con balcón privado. Las habitaciones del hotel cuentan con aire acondicionado, zona de estar, televisión, cocina, zona de comedor y baño privado con secador de pelo, ducha y artículos de aseo gratuitos. Todas las habitaciones tienen escritorio y cafetera.