Llegado el otoño, época donde la hoja caduca deja paisajes de colores cálidos y entornos de ensueño que invitan a recorrerlos hasta el final sin importar las capas de ropa que haya que ponerse. En Galicia gozamos de una amplia diversidad de especies de árboles que se mezclan entre verdes y naranjas para crear rutas coloridas y llenas de vida, así que coge la libreta, las botas y apunta.
Desde A Coruña, donde se puede disfrutar de una ruta por las "fragas" que inspiraron la galardonada película "O Bosque Animado", pasando por una caminata sobre una isla en medio del río Miño o una ruta entre "soutos" para disfrutar de castaños centenarios ourensanos hasta una andaina donde "convive lo antiguo con lo moderno", cuatro son las opciones para disfrutar de un bosque gallego en este otoño.
Ruta do Eume – A Capela
En la provincia de A Coruña encontraremos una ruta donde podremos disfrutar de los paisajes que inspiraron a la galardonada película “O bosque animado” de Manolo Gómez. Dentro del concello de A Capela hallaremos la “Ruta do Eume” que recorre sus Fragas en una caminata de siete kilómetros con una dificultad baja. Según indican desde el Concello de A Capela, la ruta comienza por una de las zonas de mejor accesibilidad, próxima a la Central de A Ventureira, y según avanzamos encontraremos paisajes naturales idílicos y las vistas del Monasterio de Caaveiro “de obligada visita”, destacan.
Tras recoger el conjunto monumental, pasaremos por “el verdadero eje de las Fragas do Eume, el puente de Santa Cristina” y seguiremos por esta ruta circular de una duración estimada de dos horas y media donde podremos ver un “bosque dentro del bosque al crearse con los alisos, fresnos y sauces a la orilla de río Eume” antes de continuar hasta la desembocadura del río San Bartolomeu y la minicentral hidroeléctrica de O Parrote.
Ínsua de Seivane – Outeiro de Rei
Toca viajar a Lugo para disfrutar de otro auténtico bosque gallego a través de una pequeña ruta. En la localidad de Outeiro de Rei encontraremos en el medio del río Miño la Insua de Seivane – también conocida como Insua do Pazo o de Arriba – un bosque “encantado” con un “denso bosque autóctono de robles, fresnos, sauces y acebos”.
Además de ser una pequeña caminata de poco más de dos kilómetros que puede hacer toda la familia, para acceder a este paraje lucense, ha de cruzarse el Puente Colgante de Parada, con uno 30 metros de largo, y una vez dentro de la isla en medio del río Miño se puede realizar la ruta circular y descansar en su área recreativa.
Ruta dos Sequeiros – A Pobra de Trives
En las tierras ourensanas de A Pobra de Trives se encuentra la tercera de las rutas que componen este recopilatorio. A las afueras del pueblo de Pena Folenche encontraremos esta senda que atraviesa diferentes terrenos de vecinos de la zona y nos adentra en los numerosos “soutos” de la aldea, cuyos castaños y sus frutos son los grandes protagonistas de esta caminata.
A lo largo de los tres kilómetros que tiene esta ruta encontraremos castaños centenarios con formas “mágicas” que hacen recordar a los ejemplares nudosos y antiguos que se mencionan en las fábulas y los famosos Sequeiros, un conjunto de antiguas construcciones de piedra donde antiguamente se realizaban la seca de las castañas, para poder conservarlas mejor. La ruta termina otra vez en Pedra Folenche, donde podemos encontrar un mirador que nos permitirá ver las cumbres de Pena Trevinca y Manzaneda.
Ruta do Río da Fraga – Moaña
Terminando en la provincia de Pontevedra, en la comarca de O Morrazo, encontraremos en Moaña una ruta que presenta una “orografía muy variada, situada en un entorno original donde convive lo antiguo con lo moderno”, destacan desde el Concello. Con una dificultad media y un recorrido de seis kilómetros esta caminata permite “descubrir espacios únicos con zonas de interés ecológico, cultural y gran riqueza paisajística”.
La ruta comienza en la Praia da Xunqueira, donde desemboca el río Fraga, principal protagonista de esta caminata. A medida que vamos recorriendo sus orillas podremos encontrar diversidad de especies forestales “que le proporcionan gran belleza al conjunto” y los molinos restaurados “testigos y protagonistas del estilo de vida de nuestros antepasados”. A medio camino en el ascenso podremos tomar un desvío que llevará hasta el Complejo Hostelero-Deportivo O Beque, alejarse un poco de tramo principal para hallar disfrutar de una “preciosa vista a la ría de Vigo” gracias al mirador de A Fraga o optar por seguir el curso del río hasta llegar a las “magníficas cataratas que alcanzar su mayor esplendor en invierno”.