El arte y la naturaleza se dan la mano en un peculiar y llamativo enclave del municipio de As Neves. A menos de una hora de la ciudad olívica, el monte Coto do Facho, en Redondelo, con una altura de 184 metros, esconde un particular mirador cargado de sorpresas. En una de sus laderas llama la atención una serie de obras escultóricas al aire libre, que nada tienen que ver entre ellas pero que conforman un conjunto realmente interesante, digno de ser visitado.
Sobre una gran losa granítica, a orilla de la carretera, se levantan las llamadas "esculturas de Redondelo". Con un estilo modernista y hechas con materiales como la piedra, el cemento o el acero, las cuatro obras llevan la firma de diferentes aristas que quisieron dejar su huella y rendir un homenaje a la belleza del entorno. Estas particulares esculturas son las encargadas de presidir un mirador en lo alto de la roca desde donde disfrutar de unas maravillosas vistas y atardeceres únicos con el río Miño, Monçao, Liñares y Redondelo de fondo.
Uno de los grandes reclamos de este paraje artístico, es el "Xigante", conocido como el "xigante das Neves". Esta gran obra de hormigón con forma humana representa a un gigante que, en su viaje hacia no se sabe dónde, se tumbó en la gran piedra para contemplar, maravillado, el espectáculo del paisaje al caer el sol. Con esta gigantesca estatua, el artista Mario Iglesias González quiso hacer un guiño a la materialización de los gigantes y "al derecho que tenemos a cogerlos infraganti en ese momento descuidado", cuando se olvidan de que son gigantes.
A esta enorme escultura se suman cuatro puertas de acero, de aspecto oxidado, con la firma de Carlos Tejo. Esta obra, que recibe el nombre "Punto de Partida" representa los cuatro puntos cardinales a través de cuatro puertas con diferentes aberturas.
"O sendeiro do coñecemento compartido", son una serie de pisadas de metal en la roca que representan cómo es el proceso de aprendizaje del ser humano, es decir, "una vida en pisadas sobre la roca". Esta obra es del artista José Luis Pereira Rodríguez. Por último, ya desde la carretera se puede ver un peculiar círculo de piedra con muñecos pintados en rojo de Manuel Rial Pérez. Esta escultura está situada unos metros más abajo del "Xigante" y no tiene nombre.
¿Qué ver en As Neves?
Si te quedas con ganas de seguir conociendo más rincones mágicos de este municipio fronterizo con Portugal, no te puedes perder el famoso mirador de San Nomedio, conocido por sus leyendas, su observatorio astronómico y sus impresionantes vistas del Val do Termes y el Val do Xuliana. Cerca de este mirador se encuentra el Castro de Altamira, en Taboexa, que alberga petroglifos, mámoas y numerosos resto arqueológicos de la época romana, que tampoco puedes dejar de visitar.