Un año más, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha publicado el informe de la calidad del agua de baño en los arenales, marítimos y continentales, situados en los países europeos. Con la evaluación de las aguas, que se sirve principalmente del estudio de presencia de enterococos intestinales y Escherichia coli, tenemos un listado sencillo y asequible para conocer la calidad del agua en las que nos zambullimos durante el periodo estival. Galicia logra buena nota, un año más, y mejora unas décimas para lograr que el 85,9% de las playas analizadas logren una calidad “excelente”. Se encuentra por encima de la media de Europa, con un 84,8%, pero por debajo de la media española, con un 88,4%.

Mejor le va a las playas de las Rías Baixas en la provincia de Pontevedra, que superan a la media española. El 88,6% de las aguas logran una calidad excelente y ninguna suspende.

De las 510 playas analizadas en Galicia, 5 no aportan datos, 438 logran una calificación de “excelente” -son 11 más que hace un año-, 49 aprueban con una calidad “buena” y 12 pasan raspadas el examen al obtener un “suficiente”. 

Sin embargo, hay todavía seis puntos negros con aguas de calidad insuficiente. De las playas que deberías evitar este año, cinco están en cursos fluviales (Río Tambre en Brión, Río Furelos en Melide, Río Parga en Guitiriz, Río Neira en Baralla y Río Limia en Baltar) y una es marítima, la de A Virxe do Camiño en Muros. Esta, además, acumula ya cinco años con esta puntuación, por lo que se deberá establecer una prohibición permanente de baño o una recomendación permanente de abstenerse del mismo, según fija la normativa europea. Estas playas desaparecen del listado ya que no está permitido el baño, algo que explica que se vaya reduciendo el número de puntos negros.