En los montes gallegos encontramos numerosas rocas y peñascos que, con sus singulares perfiles, hacen volar nuestra imaginación. Estos pensamientos quedan plasmados muchas veces en los nombres que les damos a estos penedos y, en otros muchos casos, llegan a inspirar cuentos y leyendas.
El amor y la muerte son temas habituales en muchos relatos tradicionales que se vienen transmitiendo de generación en generación. En Ponteareas, a poco más de media hora en coche desde Vigo, encontramos todos los ingredientes necesarios para hacer una completa ruta basada en una de estas leyendas: la historia de la Pena dos Namorados invita a hacer un atractivo recorrido por sus escenarios, que nos proponen planes como visitar fortalezas medievales, descubrir antiguos pazos señoriales reconvertidos en conventos y realizar senderismo por bellos entornos naturales.
Nuestro punto de partida será la Pena dos Namorados en la parroquia de Arcos, situada en un pequeño desvío cercano a la carretera N-120. Allí encontraremos esta majestuosa formación granítica compuesta por varias capas de piedra. Paseando a su alrededor nos llegarán sensaciones opuestas: por un lado su grandiosidad y, por otro, el frágil equilibrio sobre el que parece sostenerse.
Sin duda se trata de un lugar especial. Puede que también lo fuera para algunas sociedades prehistóricas: en esta zona, el Alto da Pena, han sido localizados diversos vestigios arqueológicos adscritos a la Edad del Bronce tales como un hacha, varios fragmentos cerámicos y muros.
La magia que transmite este lugar queda patente en la leyenda que le da nombre, sobre la cual podemos informarnos a través de la cartela colocada en el entorno inmediato de la roca. Un texto del periodista y escritor Manrique Fernández nos habla de una historia de amores furtivos entre dos jóvenes de la comarca y que, como en tantas otras leyendas, acaba de forma trágica. También asociado a este relato existe todo un ritual relacionado con la adivinación del futuro amoroso.
La leyenda de la Pena dos Namorados
El texto de Manrique Fernández nos narra la historia de los amores secretos entre Aldina, hija de don Álvaro de Sarmiento -que vivía en el castillo de Sobroso-, y un joven de la zona llamado Tristán. Según las versiones, este pudo ser un labriego de la zona o bien el señor de la fortaleza que existió en el monte da Picaraña.
La idílica historia de amor, con discretos encuentros de la pareja en la Pena dos Namorados, se precipita hacia un trágico desenlace cuando el padre de Aldina, contrario a la relación, se entera de las citas clandestinas y acaba acudiendo al punto de encuentro. Allí, escondido, encontrará a la pareja y, dejando a su hija marchar sin saber lo que ocurría, se queda esperando al joven. Los dos hombres discutirán y don Álvaro acabará asesinando a Tristán.
La joven Aldina, ignorando el trágico suceso, continuará acudiendo a su cita habitual al terminar el día. En la tercera noche de espera, escuchando las campanas del convento de Canedo se le aparecerá el fantasma de su amado y, tras escuchar lo que él le va desvelando, comprenderá que el sonoro tañido está anunciando el entierro de Tristán. La dama, desconsolada, se encerrará en la torre de Sobroso, y allí, consumida por la pena, morirá a los tres días.
El rito: ¿durará el amor?
La tradición dice que, desde entonces, la Pena dos Namorados es visitada por jóvenes de la comarca para preguntarle sobre su futuro en materia amorosa. Para obtener la anhelada respuesta, realizan un ritual donde, al igual que en el relato, está presente el simbólico número tres. El rito “de las tres piedras” consiste en colocarse de espaldas a la gran roca, coger tres pequeñas piedras del suelo y tirarlas por encima del hombro a fin de conocer nuestro futuro amoroso.
El hecho de las piedrecillas caigan o no sobre la cima de la gran roca revelará la ansiada respuesta: si caen las tres piedras habrá boda en un año, pero la espera se retrasará a dos años si solo dos de ellas caen. Si tan solo una queda depositada sobre el peñasco la tardanza será aún mayor… Y, si no cae ninguna sobre la roca, nuestro enamoramiento carecerá de futuro alguno.
Una ruta por los principales escenarios de la leyenda
Una vez conocido el mágico lugar y su leyenda, podemos aprovechar nuestra estancia por tierras del Condado-Paradanta para recorrer los principales escenarios del relato. El plan de viaje incluye magníficos miradores de la comarca, montes donde disfrutar de la naturaleza, fortalezas de la Edad Media y otras edificaciones de interés arquitectónico e histórico. Aquí van los detalles de cada uno:
Castillo de Sobroso
Uno de los imprescindibles en una visita por la zona es el castillo de Sobroso, situado en el municipio de Mondariz aunque propiedad del de Ponteareas, y construido en el siglo XII. La de la Pena dos Namorados no es la única leyenda que tiene como escenario esta imponente fortaleza medieval: también se dice que había en él un túnel subterráneo que la reina doña Urraca utilizó para huir del asedio al que estaba sometida.
Sus recios muros almenados y su torre del homenaje, que se eleva en una colina a más de 300 metros de altitud, han sido testigo de batallas y luchas de poder a lo largo de los siglos. Hoy nos permite disfrutar de un magnífico mirador al valle del Tea y de un tranquilo paseo por la senda botánica que bordea el recinto amurallado.
Convento de Canedo
El convento de Canedo es otro de los lugares citados en la leyenda. El edificio en el que se emplaza actualmente fue un pazo de la familia Sarmiento, que lo donó en 1715 a los franciscanos. A partir de ese momento, la orden religiosa remodeló y amplió la construcción original para adecuarla al nuevo uso.
Si nos acercamos a conocer este inmueble podremos apreciar fácilmente la huella de esta casa noble en los escudos con las armas de la familia, que fueron colocados en las paredes conventuales por mención expresa que aparece en la escritura de donación. De la época del pazo sabemos Agustina Sarmiento, una de las meninas del conocido cuadro de Velázquez, nació en él.
La actual configuración del edificio es de finales del XIX, si bien aún queda algún vestigio de la edificación inicial del siglo XV así como elementos de las primeras etapas constructivas del convento, en el siglo XVIII. En la iglesia, también del XVIII, podremos disfrutar de su combinación de estilos barroco, en una línea más bien sobria, y neoclásico.
Montes da Picaraña
En los montes da Picaraña encontraremos otros conjuntos rocosos de inspiradoras formas. Podemos visitarlos realizando el itinerario de senderismo conocido como la Ruta dos Penedos (PR-G 120), que nos llevará por zonas de bosque autóctono y espacios de impresionantes vistas.
A lo largo del camino, de algo más de 7,5 kilómetros de longitud, iremos descubriendo una serie de formaciones rocosas con formas y nombres tan sugerentes como O Penedo do Monxe u O Penedo da Caixa, entre muchas otras. La más conocida es la Pena do Equilibrio, la cual queda muy cerca de la de Os Namorados, el comienzo de nuestro plan de leyenda.