Un castro y una piedra con forma de rana, protagonistas de dos miradores con vistas a las Rías Baixas

DEPUTACIÓN DA CORUÑA

Publicidad

Galicia cuenta con una gran red de miradores que nos permiten disfrutar de los espectaculares paisajes naturales que nos regala las diferentes zonas de la comunidad. La mayoría de ellos sorprenden por la espectacularidad de sus vistas, hacia las Rías Baixas, el infinito Atlántico o los secretos de la Ribeira Sacra, una de las joyas naturales gallegas. Otros, sin embargo, llaman la atención por las estructuras que componen los miradores, por ejemplo las sillas y bancos gigantes en el Mirador de Campo do Eirado y el Mirador do Val do Medo, la "catapulta" del Mirador Alto do Coto, las esculturas de Redondelo en As Neves o una ventana mágica al infinito.

DEPUTACIÓN DA CORUÑA

Entre ellos se encuentra el Mirador de A Pedra da Rá, en Ribeira, que se alza a 2013 metros sobre el nivel del mar y ofrece una panorámica inigualable del Parque Natural del Complexo Dunar de Corrubedo, las Lagoas de Carregal e Vixán la ría de Arousa o la Isla de Sálvora. Su nombre se debe a una gran piedra con forma de rana de la que se dice que en la antigüedad pudo haber sido un monumento sagrado de origen natural o incluso un monumento de señalización. Esta enorme y peculiar roca se encuentra sobre otras más pequeñas y se levanta verticalmente aproximadamente 15 metros.

Este mirador se utiliza como tal desde los años 80, momento en el que se construyó una gran escalera de hormigón sobre la piedra, con el objetivo de subir a la roca y poder observar el horizonte. Con el paso del tiempo “la escalera original se fue deteriorando a la que vez perdieron todo su sentido”, explica Carlos Seasone, encargado del proyecto de remodelación del entorno que se llevó a cabo en 2016 y supuso la demolición de la escalera de hormigón y la recuperación del estado natural de lugar.

Esta actuación permitió que salieran a la luz nueva formaciones rocosas que permitieron crear un espacio natural con varios recorridos, con los que disfrutar tanto del Castro da Cidá, que se encuentra muy próximo, como de la ladera hacia el parque natural de las Dunas de Corrubedo. Esta remodelación, a cargo de Carlos Seonae, fue nominada en 2018 a Obra del Año en la categoría Arquitectura Pública en los premios que concede Arch Daily. Además, este mirador también cuenta con un bonito columpio en el que se puede leer la frase “vuela tanto como tus alas te hagan volar”, y que permite balancearse ante una espectacular panorámica.

DEPUTACIÓN DA CORUÑA

A tan solo unos minutos del mirador de A Pedra da  Rá se podrá descubrir el Castro da Cidá, un poblado fortificado de gran valor arqueológico de más de 25.000 años, con restos arqueológicos entre los que se distinguen cabañas de la Edad de Hierro, murallas e incluso la caseta-vigía de control marítimo del siglo XVIII. El asentamiento se encuentra en un área elevada con una posición defensiva privilegiada, que cuenta con un segundo recinto, el antecastro, y una zona escarpada que actúa como defensa.

Entre los años 2014 y 2015 se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas en este recinto, que dejaron a descubierto 24 estructuras y más de 600 piezas cerámicas y metalúrgicas. Desde el Castro da Cidá se pueden contemplar unas espectaculares vistas de la ría de Arousa, el Parque Natural del Complexo Dunar de Corrubedo y Lagoas de Carregal y Vixán.

Salir de la versión móvil