Una bonita escapada a un Parador en Portugal con hermosos jardines, bodega y queso propio

Fotos: Parador Casa da Ínsua

Siempre que se acerca un periodo vacacional, los gallegos y las gallegas miran hacia Portugal para planificar una escapada. Nuestro país vecino ofrece una infinidad de planes variados y destinos llamativos para pasar unos días, aunque quienes viajan desde Galicia ya conocen los grandes clásicos lusos como Valença, Braga, Oporto o Lisboa.



Por eso, los gallegos y las gallegas buscan con gran interés nuevos tesoros que visitar en una escapada de varios días. La costa de Portugal, sus cabañas, los pulmones verdes o las localidades más pintorescas son los grandes reclamos al otro lado de la frontera. Pero, aunque mucha gente no lo sabe, el país luso esconde el primer Parador fuera de España. De hecho, esta joya de estilo barroco llegó a convertirse en el mejor de la Red de Paradores de España.

Un edificio construido en la segunda mitad del siglo XVIII en una pequeña localidad portuguesa, que fue totalmente restaurando en el año 2009 para ofrecer un asombroso enclave que aúna la majestuosidad de su diseño original con las comodidades de un alojamiento de hoy en día.

Casa da Ínsua se encuentra en Penalva do Castelo, a unos 25 kilómetros de Visau y a cerca de tres horas de Vigo. Así, se presenta como una gran aventura para quien quiera coger el coche durante unos días y disfrutar de un viaje por carretera para descubrir algún lugar poco conocido de Portugal.

¿Por qué visitar el Parador Casa da Ínsua?

El corazón de este alojamiento es un espléndido edificio barroco que conserva las dos torres originales de su construcción, un patio con solera y una imponente fachada con amplios ventanales. No todo es arquitectura, porque este edificio se yergue entre enormes jardines con especies botánicas tan poco habituales como bellas.

Pasar una noche en este parador casi es un viaje en el pasado, gracias a la presencia de figuras y esculturas de reputados artistas de la historia. Pero, a la vez, está cargado de vida gracias a la granja que sirve para abastecer a los huéspedes. Allí se elabora un queso y una mermelada casera, en un proceso en el que quienes se alojan pueden participar a modo de talleres.

Otra de las actividades destaca tiene lugar en la bodega, donde se organizan catas con los vinos de la Denominación de Origen del Dão. Entre tanta actividad artesanal no falta el disfrute más hedonista gracias a sus dos piscinas, una sala de lecturas y juegos o un gimnasio.

Más sorpresas

El Parador cuenta con un restaurante propio en el que se pretende ofrecer una muestra fiel de la tradición gastronómica local. Así, destacan platos autóctonos de la región portuguesa do Dâo, con grandes protagonistas como el bacalao.

En los alrededores también hay reclamos que bien merecen una visita. En Viseu se presenta como una encantadora localidad cercana que ofrece curiosidades como una Catedral del siglo XVI y unas históricas murallas. Aunque el entorno del propio parador alberga grandes vistas y un ambiente idílico.



 

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