La hostelería seguirá cerrada, al menos, una semana más, pero la Xunta prepara también la desescalada para los miles de bares, restaurantes y cafeterías que mantienen sus puertas cerradas por imperativo legal. Sanidade se haya inmersa en la creación de un protocolo que permita abrir la hostelería de forma segura. "La aspiración de reabrir la hostelería es lógica", reconoció esta mañana el presidente de la Xunta, Alberto Nuñez Feijóo, antes de confirmar que todavía no podrían hacerlo porque el Gobierno gallego quiere "afianzar lo conseguido y reforzar la seguridad".
El próximo lunes, 22 de febrero, el comité clínico volverá a evaluar la evolución de contagios y, "si se sigue la tendencia a la baja", Feijóo apuntó a que se podrá "seguir con la desescalada". Esto podría permitir una vuelta gradual de la hostelería en aquellos concellos que cumplan una serie de requisitos. Pero esta reapertura no se producirá como se ha hecho en 2020, sino que Galicia quiere cambiar las reglas de juego y mejorar la vigilancia y, sobre todo, el rastreo de los clientes en caso de detectarse algún positivo. La búsqueda de contactos guiará ahora la estrategia gallega hasta que se logre la ansiada vacunación masiva que, en cualquier caso, no llegará hasta finalizar el verano en el mejor de los escenarios.
Desde este mismo lunes, Xunta y Hostelería comenzarán a trazar una hoja de ruta, bautizada como "Plan de hostelería segura" que pretende crear un "horizonte seguro" para conseguir que el sector se pueda mantener abierto durante más tiempo que hasta ahora. Las diferentes olas de contagios han provocado que bares y restaurantes fueran los primeros en cerrar las puertas. La Xunta quiere evitarlo, si es posible, reforzando tres aspectos clave.
La nueva normativa actuará para crear máxima seguridad para entrar, máxima seguridad ante un posible brote y máximo control de incumplimientos. En el primer aspecto, se obligará a que todos los establecimientos muestren "con exactitud" el aforo máximo del local, que debe estar siempre indicado y bien visible para los clientes conozcan "el límite máximo" fijado por ley.
Una vez dentro de un bar, Sanidade quiere poder rastrear a los clientes en el caso de que se produzca un brote. Si una persona que ha dado positivo ha visitado un establecimiento de hostelería, es necesario poder cribar a los clientes que hayan compartido espacio con él. Por ello, el objetivo es iniciar un registro de visitas. ¿Cómo se podría aplicar? La Xunta podría basarse en el modelo ya vigente en Castilla-La Mancha. Allí, el Ejecutivo regional ha creado una aplicación móvil "Ocio responsable" que genera un código QR que identifica a los usuarios y con el que se puede entrar a bares o restaurantes. Así, al entrar o querer consumir, el camarero escaneará el código QR del cliente, registrando al usuario. La información está cifrada y el local no podrá acceder a ella. Los datos únicamente se utilizan por la autoridad sanitaria en caso de detectar un caso Covid para rastrear a los posibles contactos. Los hosteleros no pueden atender a nadie que no disponga de código. En cualquier caso, esta medida no es nueva para los gallegos, ya que este verano las discotecas ya crearon un sistema de registro para poder acceder a sus instalaciones.
Por último, la Xunta también quiere "máximo control" por lo que se solicitará un plan de inspección a los alcaldes y alcaldesas. Este requisito será "necesario para la reapertura" según explicó el presidente Núñez Feijóo y busca que se refuerce el control con Policía Local, pero también con los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.