El Festival de Títeres de Redondela tomó este jueves de nuevo las calles, aunque la pandemia ha modificado parcialmente la escenografía y ha convertido el acceso a cada espectáculo en un llamativo ritual con toma de temperatura incluida.
Aunque comenzó este pasado lunes, hoy ha sido la jornada en la que el festival ha regresado de nuevo a las calles de la villa de los viaductos. La jornada estuvo marcada por los estrictos protocolos antiCovid, que convierten al evento en uno de los festivales con el protocolo más riguroso de cuantos se están celebrando en esta “nueva normalidad”, aunque de normalidad tenga poco.
La cita arrancó en Salgueiral a las 18:00 horas con la compañía gallega Tanxarina y su espectáculo “Titiricircus”. La historia de dos viejos trabajadores de un antiguo circo recordaron con marionetas de hilos las glorias de su pasado en la pista. Una hora más tarde en la pista da Xunqueira apareció la Caperucita Roja de la compañía madrileña Tropos Teatro de Títeres. La programación de calle finalizó a las 20:00 horas con un pasacalles de los mosenses de The Turre's Band.
Con el objetivo de mantener el acceso a la cultura y a la vez la seguridad, la organización ideó un protocolo que incluye, además del imprescindible uso de mascarilla, la toma de temperatura.
Las funciones de títeres se prolongarán hasta el domingo, tanto en el auditorio como en los escenarios de calle en la Casa da Torre, Salgueiral, pista de A Xunqueira y la Alameda. Solo es posible acceder a cada representación con entrada y todos los pases están ya agotados.
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Fotos: Marta Vázquez