Vigo parece resistirse a despedir la Navidad. Aunque el pasado domingo llegó oficialmente el fin de estas celebraciones, los vigueses y las viguesas siguen teniendo ganas de más. Por eso, el centro de la ciudad acoge la que se convertirá en la fiesta de Año Nuevo más tardía.
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Mientras que la Navidad de Vigo busca ser internacional, masiva y apabullante, este evento en cambio busca un poco lo contrario. Se trata de una celebración de barrio, entre vecinos y vecinas y con un carácter comunitario. Una tónica que se repite en todos los planes que propone Emaús.
Su local se convertirá el próximo viernes 17 de enero en una oportunidad ideal para el encuentro. La celebración del nuevo año no es más que la excusa para juntarse en el número 30 de la calle Doutor Cadaval. Allí, desde las 17:30 horas habrá "algo quentiño e algunha lambonada" para reunirse y disfrutar de una fiesta entre vecinos y vecinas. También se ha organizado un espacio para los más pequeños, porque este es un evento para todos los públicos.
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Eso sí, hay sorpresas que todavía están por desvelar. Desde la organización de esta fiesta alternativa de Año Nuevo han adelantado que hay un juego preparado, aunque sin dar demasiados detalles. Todo apunta a una gran sesión de cine a través de la mímica, por lo que las risas están aseguradas.
Esta es la nueva propuesta con la que Emaús quiere empezar el año. Así, mantienen la línea de generar espacios para los vecinos y vecinas en los que tejer redes y ponerse cara. El centro de la ciudad recupera parte de su vida comunitaria para generar barrios cuidados y que cuidan.