Vigo transformará un icónico enclave natural en una pequeña Ibiza con la "Discoteca del Yo"

Vigo se transformará en una auténtica "isla blanca" con una novedosa experiencia que combina euforia y relajación a partes iguales. Esa es la promesa que hace un evento único que vuelve a la ciudad para abrir las puertas de su llamativa "Discoteca del Yo" en uno de los enclaves naturales más especiales de Vigo. Así es la "Ecstatic Dance - Fiesta Blanca Ibicenca".

Si el año pasado este peculiar evento ya logró cautivar a una importante cantidad de asistentes, esta vez vuelve con una propuesta más atractiva todavía. Diego Rodríguez Justo, organizador de la cita, invita a todo Vigo a sumergirse "en un viaje musical con sonidos más orgánicos, envolventes y tribales, inspirados en la Ibiza más pura". Todo ello, en una curiosa experiencia que él mismo ha popularizado en Galicia bajo el título de "Discoteca del Yo".

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Se trata de un espacio de baile en el que no hace falta experiencia previa, todos los movimientos están permitidos, fuera de juicios y preocupaciones. Como DJ, coach profesional y creador de las Alchemist Ecstatic Dance, Diego se encargará de guiar la experiencia para conducir a los y las asistentes hasta un estado de liberación.

"La pista más libre del mundo"

Todo ello, en un entorno tan especial como el del Jardín Botánico Fundación Sales, donde los aromas, la naturaleza y el arte impregnarán este evento de un carácter mágico. "Nos vemos en la pista más libre del mundo", anima la organización de esta cita.

Quienes no quieran perderse este viaje emocional a través del movimiento y la música, ya pueden sumarse al evento que tendrá lugar el próximo sábado 9 de agosto, entre las 17:00 y las 21:30 horas. Las entradas ya están a la venta y cuentan con un precio especial de 29,90 euros (disponibles en este mismo enlace).

Esta pista de baile se presenta como una oportunidad única para moverse sin miedos, expresarse a través del cuerpo y liberarse de todas las preocupaciones. Un espacio seguro para todo el mundo al que, eso sí, habrá que acudir de blanco tal y como la tradición ibicenca sugiere.