Máxima alerta en Vigo y su área sanitaria ante la pésima evolución de las últimas jornadas que está derivando en un nuevo ascenso de los contagios cuando aún no se había logrado reducir por completo la tercera ola que dejó cientos de fallecidos en Galicia. Desde el 16 de marzo la incidencia acumulada a 14 días se ha disparado un 40% en Vigo y se vuelven a superar los más de 150 contagios semanales.
“La situación en Vigo comienza a ser altamente preocupante”, alerto esta mañana el alcalde de Vigo, Abel Caballero, para confirmar que la tendencia “está yendo mal y tengo que decirlo”. Aunque el regidor vigués reconoce que la pandemia “está todavía en niveles controlados” admite que la posibilidad de que la ciudad siga empeorando y se tenga que enfrentar a nuevas restricciones es alta. “A este ritmo de subida vamos a superar el 150 muy pronto y eso significa nuevas restricciones”, avisó Caballero al considerar que “nada impide tener un brote que asciende y tener la situación descontrolada”.
Aunque Vigo está todavía muy lejos de los picos de la tercera ola, la ciudad mantiene una progresión negativa con una tendencia que muestra una subida continuada de contagios desde mediados del mes de marzo. A 14 días, la incidencia acumulada se encuentra ya superando los 100 nuevos contagios por 100.000 habitantes al registrarse 323 nuevos casos en las dos últimas semanas. A siete días, el indicador más cercano en el tiempo, los datos también son malos y, a pesar de los picos de subidas y bajadas, la tendencia es al alza.
Caballero recordó en rueda de prensa la importancia de cumplir la normativa antiCovid y no relajarse ante las medidas de desescalada. Sigue siendo obligatorio el uso de mascarilla en todo momento, también en la terraza de los bares donde solo está permitido quitarse en el momento de beber o comer.
Los festivos de Semana Santa amenazan con convertirse en una prueba de fuego para la ciudad y su área. La previsión de lluvias para el jueves y viernes puede suponer que se incrementen las reuniones sociales en domicilios particulares, a pesar de estar totalmente prohibidas, lo que podría derivas en nuevos brotes que desestabilizaran la desescalada y dieran paso a la temida y anunciada cuarta ola.