Era difícil no frenarse al pasar por delante del número 10 de la calle Hernán Cortés. Una cinta policial y un cartel precintan el mítico Karaoke HC del centro de Vigo, donde tanta gente ha pasado noches de grandes éxitos y largas fiestas. Parece que, sin embargo, algunas de ellas podrían haber sido de forma irregular ya que sobre el local pesaba una orden de "cese de actividad".
Hace ya casi un año, el 23 de noviembre de 2023, el inspector municipal realizó una visita a este icónico lugar que cuenta con licencia desde el 12 de octubre de 2001. Allí, el funcionario se habría encontrado con cambios en la distribución del local que no formaban parte de los documentos con los que logró la licencia. Tras sucesivas averiguaciones y trámites administrativos, el Concello de Vigo acabó por exigir el "cese de actividad del local" en verano de este 2024, una medida que no se cumplió y que derivó finalmente en el precinto por parte de la Policía Local que ahora se encuentra en su acceso.
Esta semana el Karaoke HC ha dejado de ambientar la noche de Vigo tras ser terminantemente precintado. Así tendrá que permanecer hasta que subsane las incidencias que describe el expediente que ha llevado a su clausura. Una medida que se ha tomado tras numerosas advertencias y un caso omiso por parte de la gerencia.
En el informe sobre el cumplimiento de la disciplina urbanística que el Concello ha elaborado, se deja constancia de que durante los años de funcionamiento de este local se realizaron reformas sin la notificación preceptiva. Entre las incidencias que registraba el expediente, consta que la puerta de acceso al local, la del almacén, la ubicación de los baños o la puerta entre el bar y la barra no se encontraban tal y como aparecían en el plano original. Asimismo, se habían incorporado equipos de música e imagen, y se había modificado la instalación del aire acondicionado.
Varios documentos posteriores señalaron que estas alteraciones "pueden suponer una modificación sustancial del local y en consecuencia de la licencia". Apuntan a que estas reformas se realizaron sin licencia ni inspección, por lo que el Concello no tuvo constancia de ello hasta el 2023. Estas podrían afectar a las condiciones de aislamiento acústico, salubridad y evacuación del aire. Igualmente, la alteración del plano también repercute en las condiciones de seguridad en caso de incendio y aforo.
Por todo ello, el Área de Urbanismo e Vivenda del Concello de Vigo ordenó finalmente el cese de la actividad el 15 de julio de 2024. Acompañaba esta resolución de una advertencia: de no proceder al cierre "se adoptarán las medidas cautelares necesarias para garantizar la total interrupción de la actividad". Entre estas medidas, estaba el precintado del local, la suspensión de suministros o la imposición de multas de hasta 1.000 euros. Al menos hasta que la empresa adopte las medidas pertinentes, que "pasarían por la presentación de un proyecto que recoja el estado definitivo del local, incluyendo la documentación necesaria que justifique el cumplimiento de la normativa".
Pese a la notificación que se realizó a la empresa, el karaoke siguió operando con normalidad. De hecho, aparecen partes policiales pertenecientes a 15 días distintos, en lo que los agentes notificaban que el local continuaba abierto. Es cierto que el gerente del negocio presentó alegaciones a la resolución del Concello, que en todo caso no fueron admitidas.
Ante la desobediencia de la empresa, se terminó imponiendo una multa coercitiva de 1.000 euros. Tras ello, el karaoke ha seguido abriendo y, de nuevo, la Policía Local notificó estos hechos. No solo eso, si no que los agentes llegaron a registrar la presencia de "gente cantando en directo con micrófono y amplificadores de sonido, también la venta de bebidas con o sin alcohol". Cuando preguntaron al responsable, este respondió que el karaoke "va a a cerrar a las 6:00 horas".
El precinto policial que ahora luce en la puerta del Karaoke HC es, finalmente, el penúltimo capítulo de esta disputa que llevan manteniendo la empresa y el Concello durante los últimos meses. El centro de Vigo tendrá que despedirse de su último karaoke, al menos mientras no cumpla con las exigencias municipales.
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Ya que lo preguntáis, pienso que el Concello es un poco o un mucho tocapelotas. Conozco ese karaoke hace muchos años y la última vez que lo visité, hace menos de un año, seguía básicamente igual que siempre. Si lo han cerrado por las típicas chuminadas de inspector de urbanismo con espíritu aspiracional (o sea, un trepa), me parece fatal. La única razón por la que me parecería encomiable el cierre tendría que ver con denuncias de los vecinos por ruidos y falta de la adecuada insonorización. En cualquier caso, es incomparablemente mayor la agresión acústica, lumínica y estética que el alcalde y SU ayuntamiento cometen cada año contra todos los sufridos vecinos del centro de Vigo.