La Lotería de Navidad es la noticia principal de este domingo 22 de diciembre. Desde primera hora, España entera ha prestado atención a este tradicional sorteo con un deseo común: llevarse el Gordo. Esta domingo todo el mundo soñaba con escuchar su número en la tierna voz de esos niños y niñas de San Ildefonso para que su vida cambie radicalmente.

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Evidentemente, este premio no le puede tocar a todo el mundo. Por lo que, quienes con algo de envidia contemplamos al afortunado o la afortunada que se ha llevado el Gordo, solo podemos preguntar una cosa: "¿Qué se siente?". Generalmente, alegría, tranquilidad, satisfacción o ilusión son las respuestas más repetidas. Pero, ¿qué debe sentir una persona que ha tenido el Gordo en sus manos y ha visto cómo se le escapaba?

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No es que se haya producido un robo o una impugnación, este es el resultado de una de las anécdotas del día. Basta con entrar en las redes sociales para darse cuenta de la 'metedura de pata' de una joven que ha provocado la risa en toda España. Una pequeña decidió cantar eso de "cuatro millooooneeees de eeeurooos", a pesar de que el Gordo hacía unos minutos que ya había salido en este sorteo de la Lotería de Navidad. Lo cual, dio paso a algo nunca visto como una duplicidad en el premio grande.

Rápidamente, desde la organización del sorteo se corrigió y la niña se justificó diciendo que le había dicho que tenía que cantar ese premio. Una anécdota más. De no ser porque a los propietarios de la Administración de Lotería más afortunada de O Porriño se les ocurrió comprobar ese número, que en realidad se había llevado un aceptable premio de 1.000 euros.

Bingo, esa combinación que acababa de pasar como el Gordo se había vendido allí. "Solo falta que ahora venga la propietaria del décimo reclamando el premio porque lo han cantado en la tele", decía entre risas uno de estos propietarios. Y así, mientras toda España reía con la anécdota, un vecino o una vecina de O Porriño veía cómo se le escapaba de las manos el mayor premio de la Lotería de Navidad.