El comité de empresa de Vitrasa destaca que el juzgado de lo contencioso administrativo número 1 de Vigo acaba de atender parcialmente el recurso presentado por el comité de empresa de la concesionaria del servicio de transporte urbano del Concello de Vigo contra los servicio mínimos impuestos por el Gobierno local. En concreto, al respecto de las expediciones ya iniciadas al inicio de los paros, adoptando una medida cautelar que obliga los autobuses a tener que recoger viajeros y viajeras solo durante media hora y no hasta la finalización de su recorrido, tal y como recoge el decreto publicado por el Concello.
La medida cautelar se hará efectiva a partir del próximo lunes día 9, cuando el personal de Vitrasa retome el horario de paros que venía desarrollando antes del periodo navideño: todos los lunes, miércoles y viernes de 7:30 a 9:00, de 14:00 a 15:30 y de 00:00 a 1:30 horas. Por lo tanto, los autobuses que se encuentren en ruta al inicio de los paros solo estarán obligados a recoger pasajeros y pasajeras durante la primera media hora (de 7:30 a 8:00, de 14:00 a 14:30 y de 00:00 a 00:30 horas). Después seguirán su trayecto hasta final de línea, pero únicamente para dejar en sus paradas a las personas que ya se encuentren en el interior de los vehículos.
Los paros fueron convocados por el comité de empresa para forzar as la dirección de Vitrasa a retomar las negociaciones del convenio colectivo, caducado desde 2020. Al mismo tiempo, tanto la representación de los trabajadores como la plantilla están desarrollando un intenso calendario de movilizaciones para reclamar la intervención del Gobierno local en el conflicto.
La última de estas acciones tuvo lugar el pasado 28 de diciembre, con una concentración delante del Concello coincidiendo con el debate en el pleno de una moción sobre el estado del servicio municipal de transporte urbano. En la sesión estuvo presente un grupo de empleados de Vitrasa, que intervinieron para replicar las declaraciones del concelleiro de Transportes, Javier Pardo, del que señalan "que estaba diciendo unas auténticas barbaridades" y al que acusan de desentenderse de los problemas del servicio y de los abusos de la empresa.
El presidente del comité, Imanol Arnoso, de la CIG, recuerda que después del juzgado echar abajo la intención patronal de inaplicar el actual convenio en materia salarial, la dirección sigue negándose a negociar un nuevo convenio colectivo hasta que el plantel acepte una bajada de sus salarios. “La empresa lleva 50 años operando en Vigo y ahora pretende mantener sus cuentas a costa de recortarnos nuestros sueldos. Cuando tuvo beneficios nunca los repartió entre el personal, y ahora que dice tener pérdidas quiere rebajarnos los salarios”, denuncia. En este sentido, el presidente del comité recuerda que Vitrasa (del grupo Avanza) ya interpuso demanda en los juzgados para reclamarle al Concello una compensación por 14 millones de euros, que está pendiente de resolverse.
“Desde el primer momento entendemos el difícil contexto y por eso le propusimos a la empresa darle solución a los puntos del convenio que regulan la calidad de nuestro trabajo, dejando la cuestión salarial para cuando la situación económica fuera más favorable”, pero la única respuesta fue condicionar el inicio de la negociación del convenio a ganar la reclamación económica al Concello, sin ofrecer ninguna garantía. La postura de la empresa resulta tan intransigente que ni siquiera quiere asumir una reducción del período para el disfrute de las vacaciones, o revisar la distribución de los días de descanso semanales, “porque dice que todo esto le tiene un coste”.
Ante este inmovilismo de la empresa, el comité le ha ido demandando al Concello de Vigo, como titular de la concesión, que medie en este conflicto, “pero el Gobierno local se pone de lado y se limita a decir que se trata de un problema entre una empresa privada y sus trabajadores y trabajadoras”.
Arnoso acusa al Concello de desentenderse de un conflicto que afecta directamente no solo al personal de Vitrasa y a sus condiciones de trabajo, sino al conjunto de la ciudadanía de Vigo. “Esta no es una empresa cualquiera, es la empresa que el Concello decidió que haga el transporte público de la ciudad”, insiste. En este sentido, denuncia que el servicio se presta con una plantilla insuficiente y que en los últimos dos años Avanza recortó líneas buscando únicamente una mayor rentabilidad económica, dejando a buena parte de la población con un "servicio de transporte pésimo".
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