El Vigo Seafest se enfrenta a un paseo de As Avenidas parcheado y peligroso

Estado del paseo días antes de celebrarse el SeaFest de 2019

Publicidad

Un tremendo boquete que recuerda el accidente de O Marisquiño, una pasarela de madera vallada y llena de socavones y un paseo de As Avenidas con más losetas sueltas y rotas que en buen estado. Este es el panorama que espera a la celebración del Vigo SeaFest, que arrancará el día 4 de julio.

La cita gastronómica organizada por ARVI -Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo- repetirá este año en la zona del náutico vigués -al igual que O Marisquiño- pero las heridas de la franja costera se dejan ver con claridad. El eterno enfrentamiento entre Concello de Vigo y Puerto sobre a quién corresponde arreglar esta zona -envuelto en un indescifrable convenio de Abrir Vigo al Mar- se traduce en un peligro creciente para todos, especialmente ante la celebración de grandes eventos donde las aglomeraciones acaban por facilitar un paso mal y la consecuente caída.

Fuentes de la organización reconocieron este miércoles a Metropolitano.gal que el estado del paseo no es el adecuado, ya no para la celebración de estos eventos sino como imagen de uno de los puntos de entrada a la ciudad, aunque evitan la crítica en público. Por otra parte, el presidente de Arvi, Javier Touza, sí reconoció a este diario que el Vigo SeaFest ha tenido que reducir el número de puestos gastronómicos -pasa de 18 a 12- ante las incomodidades del vallado perimetral de la zona afectada por el accidente de O Marisquiño. Ahí todo sigue igual. Un tremendo socavón pobremente oculto por una malla azul y una imagen deplorable de la ciudad. Se espera que la zona esté cubierta por unas lonas que, al menos, la maquillen.

En la zona que no está afectada por la investigación judicial, el paseo de piedra de As Avenidas, los operarios de la empresa portuguesa encargada de la organización del Vigo SeaFest se afanaban este miércoles en remendar parte de los destrozos con cemento que, al menos, evite los tropezones. Sin embargo, los vecinos reconocen que "no hay cemento que tape el mal estado" ya que el problema no es puntual sino que afecta a todo el recorrido. Losetas sueltas, piedras levantadas y superficie irregular que, a pesar de los esfuerzos por repararlo temporalmente, podrían dar más que un susto durante eventos de gran afluencia como este que ya acogió en su anterior edición a unas 100.000 personas, según cifras de la organización.

 

Salir de la versión móvil