Arrancan las obras de humanización de la “pieza urbana” de Redondela formada por la calle Picota y las plazas de la Fonte do Mouro y de la capilla de Santa Mariña. La alcaldesa, Digna Rivas, y el diputado provincial Santos Héctor visitaron este martes la zona para valorar la “transformación radical” que se acometerá con los 849.254 euros que van a invertir la Diputación, que aporta el 75% del total, y el Concello, en el marco del plan provincial ReacPon.
Uno de los aspectos más valorados del proyecto redondelano, que concurrió a la convocatoria competitiva de la Diputación, es que la calle Picota forma parte del Camino Portugués a su paso por el casco urbano. Es el único tramo que no cuenta aún con el pavimento de adoquines identificativo del itinerario xacobeo y un diseño que facilite el tránsito peatonal. Toda esta zona, explicó la alcaldesa, fue pensada hace tiempo para los coches y sin tener en cuenta el encuentro con los bienes patrimoniales de su entorno y sin hacer una lectura correcta del trazado de la zona vieja.
El nuevo proyecto contempla recuperar el espacio público para las personas convirtiéndolo en un lugar "accesible y seguro". Se mejorará el aspecto visual y funcional de la calle (desde el cruce con la calle Fumeiros hasta la N-550), integrando adecuadamente las dos plazas de Fonte do Mouro y de la capilla de Santa Marina. De este modo, se creará una zona continua donde el tránsito peatonal será protagonista. Además se pretende armonizar el trazado de la calle con el tratamiento de las plazas. Se optará por pavimento en plataforma única que, además, resolverá la accesibilidad para personas con movilidad reducida.
Las obras pretenden además actuar contra el “feísmo”, pues mejora accesos a las viviendas, establecimientos de hostelería y aparcamientos, además de poner en valor las dos plazas con la instalación de mobiliario urbano y espacios de estancia con bancos. Entre los materiales que se emplearán destacan el acero galvanizado gris para escaleras, el hormigón para aceras y escalones y el adoquín para habilitar franjas de separación entre las aceras y el pavimento en el área de circulación rodada.