El 9 de septiembre de 1972 lo que se inició como una reivindicación en Citroën demandando una jornada laboral de 44 horas semanales acabó con cinco trabajadores despedidos y el estallido una de las principales huelgas de la historia de Galicia, poniendo contra las cuerdas a la dictadura franquista. El Concello rindió este jueves un pequeño homenaje a uno de los principales hitos de la historia de la ciudad con la inauguración de la exposición de Vigo 72.

“Durante dúas semanas, Vigo desafiou á ditadura franquista. A solidariedade e a movilización na industria da comerca viguesa acendeu todas as alarmas do réxime”, recoge uno de los paneles instalados este jueves delante del museo Marco.

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La exposición es iniciativa de algunos de los protagonistas de la huelga y exdirigentes de CCOO en la ciudad, que cedieron imágenes del archivo e hicieron un trabajo de documentación para poder llevar a cabo esta acción cojunta con el Concello. El sindicato, en cualquier caso, le recuerda al Gobierno local que “sigue apoyando la reclamación de dedicar un espacio público de relevancia en la ciudad a la huelga”. En esa misma línea se encuentra la CIG, que llegó a sufragar una enorme escultura que el Concello todavía no ha dicho si aceptará.

La movilización obrera masiva, que derivó en torturas policiales, más de 6.000 despedidos y una enorme represión por la ya por entonces debilitada dictadura, sirvió como espejo para el resto de ciudades de España y supuso el resurgir del sindicalismo democrático. “Vigo ergueu un ánimo e unha conciencia social, a súa contribución foi esencial na consecución da liberdade e demostrou con feitos que os dereitos -tamén os que hoxe damos por sentados- conquístanse e deféndense”, recuerdan los paneles informativos.