Las pozas, ríos o piscinas naturales en plena naturaleza se han convertido en una alternativa perfecta a las playas. En Galicia, además de disfrutar del gran número de arenales que nos regala la costa gallega también es posible disfrutar de pequeñas joyas fluviales escondidas y rodeadas de naturaleza. Es el caso, por ejemplo, de las Pozas de Mallón o Pozo Negro en Ourense, las pozas del río Valga en Pontevedra o las populares Pozas de Melón, las Pozas del Río Pedras o las Pozas de Mougás, entre otras.
A estas piscinas naturales se suman las pozas de A Noveira, también conocidas como las de A Nuveiras, a tan solo unos minutos de la imponente cascada de Ézaro. Se trata de un grupo de pequeñas pozas en las que desemboca la Fervenza de A Nuveira, un salto de agua del río Arcos, afluente del Xallas, que antes de verter sus aguas en el embalse de Santa Uxía forma este pequeño paraíso fluvial, para disfrutar especialmente durante la temporada estival, época del año en la que el agua cae con menos corriente.
Estas pozas se encuentran en el Concello de Mazaricos, a escasa hora y media de Vigo, y se trata de un paraje protagonizado por rocas graníticas moldeadas por el agua, bosques y, sobre todo, por la riqueza fluvial del entorno. El salto de esta fervenza es de 10 metros y tras su caída forma varias piscinas naturales entre rocas.
Esta espectacular fervenza donde, el agua y la piedra juega un gran protagonismo, "es una deslumbrante combinación de lo telúrico y lo acuático", que nos permite contemplar la acción de las intensas corrientes que con el tiempo han ido esculpiendo las piedras. Además, en este entorno también se puede disfrutar de un bosque de ribera con especies como sauces, fresnos o helecho real. Así, esta cascada forma parte del catálogo de "Fervenzas de Galicia, Poema Visual" y se encuentra en la categoría de Fontes Rebuldeiras.
Además, la de A Noveira forma parte la Ruta das Fervenzas recomendada por el Concello de Mazaricos y que se completa con las cascadas de Gosolfre, Fírvado, Vioxo Chacín y Santa Locaia. Esta sería la última del itinerario, aunque considerada una de las más bonitas y de las pocas que permiten disfrutar piscinas naturales a modo de "spa natural", tal y como las definen desde Turismo de Mazaricos.